sábado, 11 de julio de 2015

#PapaenBolivia El Papa puso ejemplo de María para los momentos difíciles en misa en Caacupé

El papa Francisco celebró hoy una misa multitudinaria en el santuario de la Virgen de Caacupé, en Paraguay, en la que puso el ejemplo de la "vida difícil" de María para superar los momentos difíciles.



Su elogio a María lo llevó a hablar de las "mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y abnegación, han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por la guerra".



Mujeres, que como María, "han vivido situaciones muy pero muy difíciles, que desde una lógica común sería contraria a toda fe", explicó.

"Cuando todo parecía derrumbarse, junto a María se decían: No temamos, el Señor está con nosotras, está con nuestro Pueblo, con nuestras familias, hagamos lo que Él nos diga", agregó un emocionado Francisco.



En este santuario de la Virgen, que tanto venera Jorge Bergoglio desde que era arzobispo de Buenos Aires, dijo que se recuerda que "todos somos hermanos".

"Es un lugar de fiesta, de encuentro, de familia", dijo, y así fue también hoy con decenas de miles de paraguayos y también miles de argentinos que se dirigieron a este santuario.

Antes de comenzar la misa, el papa, que parecía emocionado, hizo parar la procesión de entrada en la plaza y se detuvo algunos minutos.



Al explicar una de las lectura de hoy en la misa la del anuncio del Ángel a María, el sumo pontífice destacó que el "sí" de la Virgen no fue "nada fácil de vivir".

Francisco relató los tres momentos más difíciles en la vida de María.



Explicó cómo el primero fue el del nacimiento de Jesús, ya que no "había un lugar para ellos, no tenían una casa, ni una habitación para recibir a su hijo"; el segundo, la huida a Egipto, cuando "se convirtieron en migrantes por la codicia y la avaricia del emperador"; y el tercero la muerte en la cruz, porque "no debe existir situación más difícil para una madre que acompañar la muerte de un hijo".

"Vemos su vida, y nos sentimos comprendidos, entendidos. Podemos sentarnos a rezar y usar un lenguaje común frente a un sinfín de situaciones que vivimos a diario", afirmó.



El pontífice argentino dijo que "nos podemos identificar en muchas situaciones de su vida" y ella es "testimonio de que Dios no defrauda, no abandona a su pueblo".

Recordó cómo la imagen de la Virgen está en muchos hospitales, casas ,oficinas y escuelas y "en la mirada de una imagen, estampita o medalla. Bajo el signo de un rosario, sabemos que no vamos solos".



"Una madre que aprendió a escuchar y a vivir en medio de tantas dificultades de aquel: ´No temas, el Señor está contigo´", señaló.

A los paraguayos les instó a "no perder la memoria, las raíces, los muchos testimonios que han recibido de pueblo creyente y jugado por sus luchas".

También les exhortó a ser "portadores de esta fe, de esta vida, de esta esperanza.

Sean ustedes los forjadores de este hoy y mañana paraguayo".

El papa había insistido en visitar Caacupé, ya que cuando era arzobispo de Buenos Aires inauguró muchas capillas en las Villas Miserias dedicadas a esta Virgen de "los milagros" para los tantos inmigrantes paraguayos en Argentina.

Recordó como los peregrinos que se acercan a estos lugares vienen "a presentar nuestras necesidades, venimos a agradecer, a pedir perdón y a volver a empezar".

"Como tantas otras veces, hemos venido porque queremos renovar nuestras ganas de vivir la alegría del Evangelio", dijo.



Francisco, gran devoto de esta Virgen, explicó que este santuario "es parte vital del pueblo paraguayo".

Se trató de la primera misa en Paraguay, donde llegó ayer procedente de Bolivia y anteriormente de Ecuador.

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