Un hombre la encontró en un hueco. El hallazgo fue realizado por Óscar Chávez (60), oriundo del lugar, el 24 de agosto del 2011, cuando cavaba un hueco en el cerco de su terreno para plantar un poste. El señor Chávez recuerda que mientras sacaba la tierra del pozo empezó a filtrar agua y a formarse un boquete más grande que le permitió tocar con las manos un objeto cuadrado, que al principio pensó que se trataba de un pedazo de madera vieja. Interesado en saber de qué se trataba, siguió escarbando alrededor del objeto desconocido hasta desenterrarlo completamente. Era la figura de una mujer que se encontraba inclinada boca abajo. “Estaba cubierta de lodo verde, barro y algunos gajos envueltos.
La limpié un poco, la eché a la carretilla de leña y la lleve a mi casa para mostrársela a mi esposa”, relata don Óscar y recuerda que antes el lugar donde fue encontrada la imagen habían paúros, plantaciones de cafetales y chocolatales, pero hoy solo se alzan árboles de tajibo, gallito, tamarindo y motacú.
Es una imagen parecida a la virgen de Fátima. Cuando don Óscar llegó a su casa y le mostró la imagen a su esposa Beatriz Vaca, ella le dijo que se trataba de la virgen de Fátima y le hizo su propio altar donde empezaron a venerarla.
Pasado el tiempo, ellos decidieron comunicarle del hallazgo al sacerdote de la comunidad y éste le pasó el dato al párroco de Portachuelo, padre Aquilino, quien llegó hasta el hogar y la bautizó como la "Virgen Aparecida de Palometa", el pasado 24 de agosto, en ocasión de su primer aniversario. De hecho, el lugar donde fue encontrado el busto de la virgen, se ha formado un pozo de agua. Los fieles creen que el líquido del paúro está bendecido, se echan a la cabeza, toman y se lleva en una botella.
Su aparición es un misterio, pero la gente la venera. ¿Pero cómo es posible que una imagen pueda aparecer en ese lugar? La respuesta la tiene don Mariano Méndez Flores, de 68 años, antiguo viviente del lugar. El señor Méndez cree que la imagen fue traída por las Misiones Jesuíticas en 1750, cuando llegaron a Palometas y luego se trasladaron a habitar lo que hoy se conoce como la comunidad Buena Vista. La versión de los antiguos moradores coincide con el sacerdote Robert Rodríguez, cree que es posible que la imagen date de la presencia de los jesuitas, aunque no existen datos científicos que confirmen la procedencia y la antigüedad. Sin embargo, el vocero del Arzobispado de Santa Cruz, Erwin Bazán, dijo que la Iglesia todavía no ha asumido una posición y que ellos harán sus propias investigaciones para dar una versión oficial.
Llega gente de todos los lugares movidos por la fe. Aunque al principio la familia era motivo de burla porque no creían en la historia de la "aparecida de la virgen", lo cierto es que esta leyenda se está esparciendo como la pólvora por todo el norte integrado y el departamento. Los transportistas que pasan por el pueblo, en el que habitan alrededor de 40 familias, hacen una parada obligada en la tienda de la familia de Doña Beatriz. Los devotos llegan con flores, velas y muchos de ellos hacen una oración o una "cha'lla" antes de continuar su viaje.
Los cristianos dicen que el ser humano necesita algo en qué creer para vivir la vida, y quizás lo sucedido recientemente en Palometa, sea un buen recordatorio de ello.
"Creo que ha habido algo superior para que ese pedazo de madera no se pudriera y esté intacto. Es la fotografía de nuestra madre que se está manifestando.
Robert Rodríguez
Sacerdote de Portachuelo
"Creo que es un milagro porque nunca antes ha pasado algo parecido en el pueblo.
Pienso que es una bendición especial para la familia"
Gladys Paz
Devota de la Virgen Aparecida
"Es un milagro porque desde que llegó a mi casa nos ha llenado de bendiciones. Nunca ha pasado algo parecido y la gente del pueblo se ha unido por ella".
Beatriz Vaca
Antigua Viviente de la Comunidad y Dueña de la Virgen
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