El presidente del Estado, Evo Morales reveló este miércoles que pidió “paciencia” a la virgen de Urkupiña para soportar las ofensas que recibe de políticos opositores. Además el primer mandatario destacó la devoción que le tiene el pueblo boliviano a la imagen religiosa.
El presidente del Estado asistió a la misa que se celebró en horas de la mañana en el templo de San Ildefonso en la población cochabambina de Quillacollo junto con autoridades departamentales y municipales.
“Un pedido muy personal, es paciencia y más paciencia a las ofensas de la oposición, esperamos ser escuchados por la virgen de Urkupiña”, afirmó Morales en una conferencia de prensa que brindó la tarde de este miércoles.
Asimismo, Morales dijo que también pidió a la virgen de Urkupiña; mayor crecimiento económico, para que no falte ni recursos ni alimento al pueblo boliviano además que en el país se pueda vivir en un ambiente de paz y tranquilidad.
Morales dijo que la virgen de Urkupiña es la “virgen de la integración” y destacó la gran devoción que le tiene la población boliviana, que no se limita sólo a los pobladores del municipio Quillacollo o el departamento Cochabamba.
CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS
El folklore nacional y la devoción una vez más se fundieron para dar vida a una nueva versión de la fastuosa y tradicional Entrada Folklórica de Urkupiña, donde la nota negra de la jornada fue el descontrolado consumo de bebidas alcohólicas por jóvenes, señoritas y personas mayores a lo largo de la calle Soruco, repitiendo los excesos que sucedían hace dos años cuando el recorrido se realizaba por la Pacheco.
A ello se sumó la competencia “desleal” de las cerveceras Taquiña y Cordillerra, que protagonizaron un especie de “guerra de las cervezas”, generando división entre las autoridades municipales y dirigentes de las fraternidades.
Cordillera, por decisión del Concejo Municipal de Quillacollo, es la auspiciadora oficial de la fiesta donando más de 50 mil dólares para una casa de la cultura; en tanto que Taquiña firmó un convenio privado con las fraternidades folklóricas a cambio de 60 mil dólares destinados a la construcción de su sede.
Se lamentó la ausencia del principio de autoridad del alcalde Charles Becerra, quien no pudo controlar el expendio, consumo y publicidad de bebidas alcohólicas, a lo largo de la ruta de la entrada.
Pese a estos hechos esporádicos, sobresalió la fuerza y variedad de nuestra cultura y folklore, expresados en las danzas, coloridos y vistosos trajes, pero por sobretodo la alegría desbordante de los jóvenes, que son los protagonistas principales de la faceta folklórica de la fiesta de Urkupiña.
Los hermosos y vistosos trajes, a lo que se sumó la variada coreografía, emocionó y fascinó a los miles de espectadores, quienes no cejaron de aplaudir y bailar el paso de cada una de las fraternidades.
La Entrada folklórica concluyó pasada la media noche, en medio de calles iluminadas y el control policial, dejando para los organizadores el balance final de esta hermosa faceta.
ALGO DE HISTORIA: Los antecedentes históricos narran que el auge de la Entrada se da después de la revolución del 52 con la creación del Centro Cultural Diablada Quillacollo (hoy Tomás Bata), el 12 de septiembre de 1952. Con el pasar de los años, más agrupaciones fueron creándose para ser protagonistas de la fastuosa Entrada folklórica en devoción a la Virgen María de Urkupiña.
Sin embargo, esta manifestación folklórica en los más de 50 años de existencia, sufrió grandes transformaciones, cobrando nuevos matices hasta convertirse en la Fiesta de la Integración Nacional. Por ello, el Congreso Nacional por Ley 2536 del 24 de octubre del 2003 promulgada por el presidente Carlos Mesa Gisbert declaró a la festividad de la Virgen de Urkupiña como “Patrimonio Cultural de Bolivia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario