La población de la ciudad renovó su fe y esperanza, aunque esperó por varias horas el emocionante arribo del papa Francisco. Algunas comunidades religiosas pernoctaron en la Av. Santa Cruz. Después de 27 años un Jefe del Estado Vaticano pisó nuevamente suelo boliviano. En 1988 el papa Juan Pablo II visitó seis ciudades del país a quien denominaron “Mensajero de la Paz”.
ALGARABÍA Y EMOCIÓN
La población de El Alto recibió al Sumo Pontífice con algarabía y mientras el Discípulo de Cristo descendía de la aeronave que lo trajo desde Ecuador, millones de corazones vibraban de fe por un mundo mejor. Familias enteras estuvieron desde tempranas horas en el centro paceño aguardando el paso del Santo Padre. En su mensaje el Papa destacó el rol de la familia en la construcción de una sociedad más equitativa y demandó del Estado su atención porque es ella la que edifica un mundo más justo y comprometido con el bien común.
DOS PAÍSES
Un grupo de extranjeros de nacionalidad colombiana y peruana finalmente arribó a La Paz a primera hora de ayer, luego de un periplo de varios días para atravesar por carretera parte del territorio de Colombia y surcar el vecino país del Perú. “Estamos aquí porque no alcanzamos al Papa en Quito”, dijeron los colombianos. Otro agregó que llegaban de Cali. Entre ellos también había una visitante de Pasto, población colombiana cerca de la frontera con Ecuador. Reportes de medios radiales indicaron que llegaron a la sede de Gobierno creyentes del interior del país, asimismo deTucumán y de otras ciudades del norte argentino. El movimiento migratorio aumentó de 17.000 a 23.000 visitantes (más del 10 por ciento) según datos de Migración.
EXTENUADOS
Visiblemente extenuado el grupo de peruanos y colombianos estuvo al mediodía de este miércoles en un restaurante en las inmediaciones de la terminal de Buses de la ciudad, haciendo hora para observar desde el puente de la Cervecería la llegada del papa Francisco. “El frío nos está afectando”, coincidieron todos que se acurrucaron en sus incómodos asientos. Aunque en sus rostros mostraban cansancio se observó un sentimiento de expectativa y esperanza por la llegada del Pastor de la Iglesia. “Somos católicos e hicimos el grupo gracias al Facebook. Por ese medio nos pusimos en contacto y estamos aquí en Bolivia, en La Paz esperando ver al Santo Padre”, indicaron algunos casi al unísono.
REFRIGERIO
En el restaurante pidieron algo liviano, el apetito acumulado durante varias horas de viaje se hizo patente al mediodía de ayer en el grupo de feligreses, mientras el sol andino trataba de despejar el intenso frío que afecta el altiplano del país, tras la nevada de los días precedentes. Una de ellas le dijo a la moza que evitaría el ají, mientras ella describía con todo detalle cada uno de los ingredientes de su menú. Luego de algunos minutos se la vio degustando un sabroso platillo, un sustancioso plato de picante de pollo llegó hasta su mesa y la tentación pudo más que el temor. Otro de los jóvenes optó por un asado especial. Los peruanos eran aparentemente una pareja de enamorados y claramente se pudo advertir el acento de su país. Llevaban ropa de lana y sus equipajes se notaban abultados. En esos instantes el termómetro marcaba 7 grados de temperatura en la ciudad. Eran las 14 horas y cruzaba por la avenida Perú una brisa fría que anticipaba una noche gélida en la capital.
Luego el grupo abandonó el restaurante y se perdió hacia el puente de la Cervecería. Muchas familias con pequeños a costa estaban ansiosas en la pensión que pasen las horas. La televisión decía que el Santo Padre llegaría a las 16 horas.
AV. MONTES
Mientras el sol calentaba el ambiente, varias vicarías y parroquias de la Iglesia Católica se apostaron a lo largo de la Av. Montes. Personas mayores y niños estuvieron por horas sentados. Vendedores de souvenirs aprovecharon la fe religiosa para obtener algunos recursos. Jóvenes voluntarios vestidos con un chaleco amarillo se tomaban de las manos entonando cánticos, otros oraban con los ojos cerrados.
ALEGRÍA
La alegría comenzó a retomar los rostros de los paceños a media tarde de este miércoles cuando desde Quito se conoció que el Papa había iniciado su viaje a La Paz. Algunos de ellos decían que las familias se habían reconciliado. Más abajo, cerca del popular mercado de la Pérez Velasco, centenares de voluntarios permanecían tomados de las manos conformando una impresionante cadena humana de seguridad y oración. Por debajo del puente que une la calle Evaristo Valle y la histórica calle Comercio se movía con disciplina militar un contingente de la Naval, otros grupos de uniformados desplazados por este lugar eran de la Policía Militar.
RECUERDOS
Los souvenirs (recuerdos) de los feligreses llegaban en manos de habilidosos vendedores, entre ellos se distinguieron poleras con la imagen del Papa, asimismo se ofrecieron llaveros, pañuelos, vasos y un profuso material del Ministerio de Turismo.
AUTORIDADES
Eras las 14 horas de ayer cuando por las inmediaciones de la Plaza Venezuela se vio una caravana de flotas del Ejército rumbo a El Alto. En su interior se observó a la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, metros atrás estaba en otro vehículo, José Alberto Gonzales, presidente de la Cámara de Senadores, quien conversaba amenamente con Jorge Daga, exrelacionador público de la Cámara de Comercio.
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