Las palabras del Papa eran anheladas por la multitud que esperó día y noche, bajo el frío, la lluvia y el sol a su Santidad, quien llegó aproximadamente a las 9:40 al altar misional preparado a los pies del Cristo para la gran misa papal.
El líder religioso volvió a sorprender a los fieles cuando se paseó en el papamóvil entre la muchedumbre que lo esperaba en la avenida Cristo Redentor, a su ingreso se generó un mar de emociones que se manifestaron con el flamear de banderas de Bolivia y el Vaticano. La emoción hizo que se derramaran lágrimas.
¡Basta de descartes!. Luego de agradecer la cálida acogida de los presentes, Francisco usó el pasaje bíblico de la multiplicación de los panes que aplicó Jesús con sus discípulos y pidió a la sociedad aplicar la lógica de la bondad. "Jesús nos lo sigue diciendo en esta plaza, ¡basta de descartes, denles ustedes de comer! (…) Tomando la posta, él mismo nos da el ejemplo, nos muestra el camino, una actitud en tres palabras: toma un poco de pan y unos peces, los bendice, los parte y entrega para que los discípulos lo compartan con los demás".
No sirve justificar que los números no cuadran. El Pontífice enfatizó que "La riqueza más plena de una sociedad se mide en la vida de su gente, se mide en los ancianos que logran transmitir la sabiduría y la memoria de su pueblo a los más pequeños".
Jesús nunca se salta la dignidad de nadie por más apariencia de no tener nada para aportar o compartir", enfatizó.
En este sentido, también pidió no justificar que "no cuadran los números" para aplicar la bondad real de dar sin pedir nada a cambio. "Es muy fácil que gane la lógica de transformar todo en objeto de cambio, todo en objeto de consumo, todo negociable, que pretende dar espacio a pocos, y descartando a todos los que no producen, a los que son considerados no aptos y no dignos".
Dijo conmoverse con las mujeres bolivianas. "Al iniciar su homilía también hizo referencia a las madres bolivianas, pues dijo conmoverse al ver a muchas con sus hijos en los brazos para llegar hasta la solemne misa.
"Me conmueve ver mujeres llevando sobre sí la vida, el futuro de su gente. Llevando sus motivos de alegría, sus esperanzas. Llevando la bendición de la tierra en los frutos. Llevando el trabajo realizado por sus manos que han labrado el presente y tejerán las ilusiones del mañana. Pero también cargando sobre sus hombros, desilusiones, tristezas y amarguras, la injusticia que parece no detenerse y las cicatrices de una justicia no realizada".
No obstante, dijo que llevan sobre sí la memoria de nuestro pueblo. "Porque los pueblos tienen memoria, una memoria que pasa de generación en generación, una memoria en camino".
Multitud
La fe de la gente movió los cercos de seguridad
La devoción se antepuso a la seguridad en la misa papal que ofreció Francisco en los pies del Cristo Redentor, pues la cantidad de peregrinos apostados en los cordones establecidos hicieron que la seguridad retrocediera en el lado del Comando y en la Monseñor Rivero. Hubo molestia por el privilegio que se dio mediante sillas y manillas pese a que hubo gente que durmió en el lugar con la finalidad de ver al Santo Padre y pocos lograron la hazaña.
Aclamado
El Papa Salió a las 8:30 de la casa del Cardenal e ingresó a las 9:40 a la avenida Cristo Redentor. Entre la aclamación de la gente, una monja y un niño lograron que el Pontífice se acercara para saludarlos. Hubo emoción en el recorrido.
Artistas
A pesar de la buena aceptación que tuvieron los artistas invitados a la misa del Papa, los asistentes lamentaron que la animación de los músicos haya iniciado minutos antes de que Francisco llegara al lugar, lo que impidió una mejor apreciación.
Patrona
La imagen de la Virgen de Cotoca, patrona del Oriente boliviano, se impuso en el altar donde se celebró la solemne misa. El Santo Padre bendijo la imagen y los asistentes destacaron su presencia en el evento histórico.
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