La Santa Basílica Catedral abrió sus puertas ayer para permitir que la población viva y escuche la misa del Papa Francisco que fue celebrada en la ciudad de Santa Cruz.
Se instalaron tres pantallas gigantes y un sistema de sonido ambiente que amplificaron el acontecimiento más importante de la visita del papa y todo lo sucedido en la liturgia que se desarrolló a los pies del Cristo Redentor.
Las personas que asistieron a la Catedral siguieron atentamente el rito de la misa con las oraciones, los abrazos de paz y escuchando la homilía y los mensajes del Santo Padre.
El sacerdote César Azurduy, encargado de la Catedral apoyó y complementó la celebración recordando las obligaciones de los católicos y los mensajes que se escucharon de la voz de Francisco.
Muchas personas comentaron que podía reunirse mayor cantidad de gente en la Catedral, pero la falta de transporte público y las distancias hacia el centro no les permitió ese deseo de escuchar y ver la presencia del Santo Padre en la única misa oficiada a su paso por Bolivia y porque el ambiente era el apropiado para compartir los mensajes del papa Francisco.
Al final de la celebración litúrgica, los asistentes recibieron de regalo dos cuadros con la fotografía del Papa y otro con la imagen del Cristo Resucitado del templo de Jerusalén.
Azurduy agradeció y felicitó la presencia de la población que tuvo el privilegio de compartir la vivencia de la misa papal celebrada en la ciudad de Santa Cruz y transmitida por varias empresas de televisión.
Anunció que muy pronto, quizá a fin del mes de julio, la Catedral abrirá sus puertas para las misas de domingos y celebrada por el obispo de la Diócesis de Potosí, monseñor Ricardo Centellas.
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