El papa Francisco partió hoy del Santuario Nacional de Aparecida con destino a Río de Janeiro tras oficiar una misa ante unas 200.000 personas y prometer que volverá en 2017, cuando se cumple el 300 aniversario de la aparición de la Virgen patrona de Brasil.
El pontífice salió en helicóptero de Aparecida, a unos 245 kilómetros de Río de Janeiro, a las 15:45 hora local (18:45 GMT), hacia la cercana localidad de Sao Jose dos Campos, desde donde volará en avión hasta la ciudad carioca.
A su llegada a Río de Janeiro, el papa Francisco tiene previsto visitar el hospital San Francisco de Asís, donde conocerá el trabajo de recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos.
Francisco es el tercer papa que visita Aparecida. En 1980 lo hizo Juan Pablo II y en 2007 Benedicto XVI, que inauguró la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM).
En la ceremonia, en la basílica, el papa puso su vida, su pontificado y al pueblo latinoamericano bajo la protección de la Virgen de Aparecida y abogó para que los jóvenes sean artífices de un mundo más justo y no cedan ante "ídolos pasajeros como el dinero, el placer y el poder".
Francisco llegó el lunes a Río de Janeiro para presidir la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, que durará hasta el domingo.
Pese a la lluvia y el frío en Aparecida, Francisco fue acogido con cánticos, vivas y aplausos por los fieles, algunos de los cuales esperaban desde hacia más de dos días para ver al primer papa latinoamericano, quien no dudó en detener el papamóvil para estrechar las manos de los fieles y besar a niños.
Una vez en el templo, Francisco se dirigió a la "Capilla de los Doce Apóstoles", donde está expuesta la imagen de la virgen, ante la que oró durante unos minutos.
"En vuestras manos pongo mi vida", afirmó un papa emocionado, que después ofició su primera misa pública en Brasil, en la que exhortó a los fieles a no perder la esperanza y pidió a los padres y educadores que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno.
Francisco recordó que hace seis años, en 2007, se reunió en Aparecida la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (Celam) y que esa conferencia marcó un gran momento de la Iglesia.
A esa asamblea asistió el entonces arzobispo de Buenos Aires y hoy papa Francisco, que redactó el Documento de Aparecida, que marcó las líneas a seguir por la Iglesia Latinoamericana para encarar el siglo XXI y la nueva evangelización.
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