El papa Francisco, que enfrenta el desafío de revitalizar la Iglesia, pidió ayer a cientos de miles de jóvenes católicos que lo aclamaron en la playa de Copacabana conservar la fe pese a los malos sacerdotes.
“Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio”, dijo el Papa al terminar el Vía Crucis celebrado en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). “¡Cuánto hacen sufrir a Jesús nuestras incoherencias!”, exclamó el Pontífice ante un mar de peregrinos.
“En la cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo”, dijo. El primer Papa latinoamericano de la historia enfrenta el desafío de renovar una Iglesia en crisis tras escándalos de corrupción y pedofilia, y de frenar la sangría de fieles mientras crecen iglesias pentecostales y el laicismo.
Francisco cumplió al pie de la letra su prédica de sacar la Iglesia a la calle, paseándose también por el centro de Río en la primera mañana sin lluvia desde hace varios días. En la noche, el Pontífice presidió el Via Crucis, el camino de la cruz, que representa los diferentes momentos vividos por Jesús desde que fue detenido hasta su crucifixión, y en la cual participaron 280 actores y voluntarios, un clásico.
La anulación de dos grandes eventos en un gran Campus Fidei (campo de fe) en Guaratiba, a 60 kilómetros al oeste de Río, a causa de las lluvias torrenciales de los últimos días, ha provocado cuestionamientos a la organización de la JMJ. El propio alcalde de Río, Eduardo Paes, atribuyó una “nota cerca de cero” a la organización, considerada como el test para la ciudad que acogerá partidos de la Copa del Mundo de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
En vez de peregrinar hacia Guaratiba a lo largo de 13 kilómetros, finalmente los jóvenes peregrinarán hoy 9,5 kilómetros del centro de la ciudad hasta Copacabana. Luego dormirán en la playa de Copacabana y no en el Campus Fidei, en una vigilia en la que el Papa rezará una oración. Mañana, la misa de clausura de la JMJ también fue trasladada a Copacabana, mientras en Guaratiba, el enorme y costoso altar circular que se construía desde enero para la ocasión quedó convertido en un elefante blanco.
Otras fallas de organización marcaron la primer visita de Francisco al exterior. El lunes, el automóvil del Papa quedó bloqueado entre autobuses y una protesta cerca de donde el Pontífice se reunió con la Presidenta brasileña terminó en violencia. El martes, el metro paró durante más de dos horas antes de una misa masiva en la playa de Copacabana. “Candelaria nunca más”, “Candelaria nunca más”, pidió Francisco tras reunirse con ocho presos menores de edad, en referencia al asesinato en 1993 de ocho niños y adolescentes de la calle por parte de la Policía delante de la iglesia de la Candelaria. Los jóvenes infractores le ofrecieron como regalo un rosario artesanal. Sobre la cruz figura la inscripción “Candelaria nunca más”. En las cuentas están inscritos los nombres de los niños asesinados. El Papa repitió entonces: “Candelaria nunca más” y pidió “rezar por todos los menores víctimas de violencia”.
Agenda del Papa
Sábado 27 Oficiará una misa en la catedral de San Sebastián en Río de Janeiro, con los obispos.
Domingo 28 Francisco participará en una vigilia con jóvenes en el Campus Fidei, luego oficiará la misa de clausura de la XXVIII JMJ y se despedirá de Río de Janeiro después de siete días de visita al país más grande de la región y con más católicos.
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