Ella lo toma como un premio a su entrega y su emoción está a “full”, como dijo. Como Liliana, más de un centenar de jóvenes participaron anoche de la misa de envío celebrada por monseñor Estanislao Dowlaszewicz en la que pidió a los jóvenes cargar en sus mochilas de peregrinos alegría, esperanzas, pero también sus preocupaciones por sus familias, la sociedad y el país. “Ojalá que esta celebración sea para escuchar de nuevo las palabras del evangelio: Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré”, reflexionó.
Monseñor, que estuvo hace unos días con el papa en Roma, asegura que él “ama a Bolivia, dice que reza por Bolivia y pide que el país rece por él”. Dowlaszewicz, en su mensaje a los jóvenes, insistió en el significado del viaje a Río y leyó una carta de una joven que irá y escribirá el ‘diario del peregrino’.
Según dijo, lo multitudinario del evento en Río no dará lugar para que la Iglesia boliviana le haga algún tipo de ‘regalo’ al papa.
La cruz
Al inicio de la ceremonia, un grupo de asistentes cargó la ‘cruz peregrina de los jóvenes’, que luego de recorrer varios lugares del país, anoche fue colocada en el altar de la catedral. La cruz de madera, que mide al menos cuatro metros, será trasladada posteriormente a Cochabamba, donde se realizará la Jornada Nacional de la Juventud.
En la misa también estuvieron varias religiosas y padres de familia. René Guzmán (25), un estudiante de Diakonía, estará a cargo de 50 peregrinos que hoy, a partir de las 16:00, se concentrarán en la parroquia María Virgen de La Paz, en el cuarto anillo y la avenida Virgen de Cotoca, para luego, cerca de las 19:00, abordar los buses que los llevarán hasta Río de Janeiro. Son cerca de 400 peregrinos de Santa Cruz y más de 2.000 de todo el país.
Joel Durán, el único joven boliviano que estará en el palco junto al papa, dijo estar “nervioso y ansioso” por lo que le tocará vivir
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