jueves, 18 de julio de 2013

El papa marcará la reconciliación con la Teología de la Liberación

El viaje del papa Francisco a Brasil para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, el primer periplo de su papado, servirá para demostrar el énfasis positivo que se ha instalado en El Vaticano hacia la Teología de la Liberación (TL) desde su elección, estimaron a la AFP analistas.

Las miradas y oídos estarán puestos en los gestos y palabras del Papa en Brasil, cantera de la Teología de la Liberación (TL), cuyos primeros cuatro meses al frente de la Iglesia Católica parecen haber dejado atrás la era en que El Vaticano condenaba severamente a esta importante corriente teológica, nacida en América Latina hace más de cuatro décadas.

"Que el cardenal Jorge Bergoglio haya optado por el nombre de Francisco (en homenaje a San Francisco de Asís, el santo de los pobres), ya es todo un programa", dijo a la AFP el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la TL, junto al fallecido jesuita uruguayo, Juan Luis Segundo.

La TL apuntó a renovar el mensaje central de la religión católica en una de las regiones con mayores desigualdades del planeta.

El Vaticano, bajo el pontificado de Juan Pablo II (1978-2004), acusó de marxista a la TL por resaltar la opción preferencial de Dios por los pobres y sancionó a varios sacerdotes vinculados a ella, como el brasileño Leonardo Boff o el nicaragüense Ernesto Cardenal, y pidió precisiones al propio Gutiérrez.

La opción por los pobres entusiasmó en un primer momento a Roma, bajo el papa Paulo VI (1963-1978), quien designó obispos progresistas en la región con el mayor número de católicos. Sin embargo Juan Pablo II, formado en el anticomunismo, la cuestionó, alegando que fomentaba la lucha de clases y podía distanciar a los fieles de sectores medios y altos.

"Ya se puede hablar de una reconciliación con la teología de la liberación", dijo a la AFP, Jeffrey Klaiber, profesor estadounidense de historia de las religiones en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

"El cambio en el énfasis se debe a que el Papa es argentino, latinoamericano, y se trata, además, de un pastor cercano de alguna manera a la praxis de la teología de la liberación", subraya Klaiber.

El exsacerdote brasileño Leonardo Boff, uno de los promotores de la TL que fue condenado al silencio por Juan Pablo II por sus posiciones radicales, destacó en su blog a inicios de julio que "la práctica pastoral del Papa Francisco está en la línea de la Teología de la Liberación".

"Eso es verdad porque el Papa está haciendo suyos términos que la teología de la liberación ha usado desde el principio: 'iglesia de los pobres', 'tenemos que estar con los pobres', 'la Santa Sede tiene que ser más austera'", acotó la teóloga Gladys Huamán, investigadora del Centro de Estudios y Publicaciones.

"Una de las corrientes teológicas más significativas del siglo XX"

Una de las claves para comprender el momento que vive Roma es la ratificación como prefecto de la Doctrina de la Fe, del obispo y teólogo alemán Gerhard Muller, quien fue designado en ese cargo por el Papa Benedicto XVI (2004-2013).

Muller y Gutiérrez se conocen desde 1988 y ambos escribieron en 2004 "Del lado de los pobres, Teología de la Liberación", libro que contiene reflexiones sobre el aporte de la TL a la practica del catolicismo cuya primera edición se publicó en Alemania y en español en 2005.

Durante la presentación de la versión en italiano, a principios de julio de este año, Muller aseguró que la Teología de la Liberación "es una de las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX".

El espinoso tema de la TL salió a relucir también en la presentación de la encíclica de Francisco "Lumen Fidei" (La luz de la fe), cuando Muller, encargado de ilustrar el documento papal, dijo que "toda teología católica tiene que ver con la libertad de los hombres, también con la liberación, pero no en el sentido del marxismo".

La reconciliación se inició, tímidamente, con Benedicto XVI, cuando ya la TL había dejado de ser la 'piedra en el zapato' del Vaticano y quedó relegada a un segundo plano.

"Bastaría tomar las conclusiones de la conferencia episcopal de América Latina y el Caribe en Aparecida (Brasil, 2007) para darse cuenta", evocó Gutiérrez recordando el papel de Benedicto XVI en ese evento.

"La gran diferencia entre el Papa Francisco y su predecesores es que hay un ánimo más positivo que negativo al hablar de la teología de la liberación", dijo a la AFP Huamán.

Las condiciones para "el fin de la guerra" se sembraron con Benedicto. "Esa (guerra) fue un pleito político, no teológico", evocó Huamán citando palabras de Joseph Ratzinger a Gustavo Gutiérrez.

El estadounidense John L. Allen, 'vaticanista' para el semanario National Catholic Reporter y la cadena CNN, dijo a la AFP en marzo pasado que "Benedicto probablemente consolidó una forma madura de teología de la liberación, que ha estado tomando forma durante mucho tiempo".

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