domingo, 24 de abril de 2011

Bolivia busca tener tres santos

La comunidad católica boliviana espera la canonización de la beata Nazaria Ignacia y la beatificación de los siervos de Dios Francisco Tito Yupanki y Virginia Blanco Tardío. Si esto llega a suceder ellos serán los tres primeros santos bolivianos reconocidos por el Vaticano.
El sacerdote Miguel Manzanera, de la Arquidiócesis de Cochabamba, sostiene que la gente tiene mucha devoción hacia ellos y que si se convierten en santos, será un hecho muy importante para el país, pues hasta la fecha ningún boliviano ha llegado a esta condición.
Solo existe una beata boliviana, aunque ella nació en España, adoptó este país como suyo y aquí fundó la congregación Misioneras Cruzadas de la Iglesia, el año 1925, en Oruro.
Ella es la madre Nazaria Ignacia que, fue beatificada en 1992 a raíz de un milagro ocurrido en un hospital de Argentina, donde gracias a oraciones dirigidas a ella, una mujer, que se encontraba desahuciada, recuperó la salud en la puerta del quirófano.
La madre Julia Ayala, miembro de la congregación misionera fundada por Nazaria Ignacia, explica que son constantes los milagros que ella hace, pero que en el Vaticano se espera uno que sea contundente y que no deje la menor duda de su santidad.
La beata Nazaria Ignacia llegó a Bolivia en 1916 para atender un asilo de ancianos, pero luego pidió permiso para dejarlo y formar la primera congregación misionera en Bolivia.
Actualmente, existen más de mil religiosas distribuidas en América, Europa y África, y numerosas personas dan testimonio de milagros que ella hizo, especialmente relacionados con la recuperación de la salud. En la página web www.nazaria-ignacia.8m.net de sus devotos existen testimonios que dan fe de sus milagros.
En 2000, en Cochabamba, un joven de 33 años recuperó la conciencia luego de cuatro semanas de estar en coma profundo. En Sucre sanó de cáncer avanzado a una mujer a la que le impusieron sus reliquias a tiempo de que se oró por su salud con intermediación de Nazaria Ignacia.
Por otro, la Iglesia católica conformó una comisión para que reúna todos los antecedentes de los milagros y la santidad de Francisco Tito Yupanki, indígena aimara que nació en la zona de lo que ahora se conoce como Copacabana, en el departamento de La Paz, hacia 1550 y falleció en el Cusco.
Tito Yupanki esculpió la figura de la Virgen de Copacabana, que se encuentra en el santuario del mismo nombre, y que es venerada por miles de fieles que llegan cada año hasta su templo. Cuentan los cronistas de la época que Yupanki tuvo muchas dificultades para lograr hacer la figura de la Virgen, hizo varios intentos y tuvo frustraciones. Comenzó este trabajo en Potosí cuando tenía 40 años. Y a lo largo de estos siglos la imagen de la Virgen de Copacabana es una de las más milagrosas de la región. Si las gestiones de la Conferencia Episcopal de Bolivia llegan a buen término en el Vaticano, será declarado venerable, luego beato y después será canonizado.
También está el nombre de Virginia Blanco Tardío, una mujer nacida en Cochabamba y conocida por su piedad y labor laica comprometida con la comunidad. Ella vivió entre 1916 y 1990. Tiene numerosos seguidores. En 2006 la Congregación de las Causas de los Santos del Vaticano dio su visto bueno a la solicitud de beatificación y canonización de Virginia Blanco Tardío y desde entonces el proceso continúa.
El padre Miguel Manzanera, que conformó el tribunal que recogió testimonios de personas que la conocieron, explicó que ella ya cumplió el primer paso hacia la canonización, pues es sierva de Dios, ahora debe ser declarada venerable, por su ejercicio de las virtudes de la fe en forma heroica, su prudencia, justicia, fortaleza y templanza. “Esperemos que de aquí a un tiempo se la declare venerable y luego beata”, dijo.
Los procesos de beatificación y santificación duran años e incluso décadas. Se conoce que Virginia Blanco ha realizado milagros en casos de recuperación de la salud y temas económicos, cada domingo cientos de fieles se reúnen para rezar ante su imagen en una capilla del policonsultorio El Rosario, de Cochabamba, que fui inagurado por ella en 1977.

La canonización

Pasos. La canonización es el acto mediante el cual la Iglesia católica u otra confesión religiosa declara como santo o santa a una persona fallecida. Este proceso comprende la inclusión de dicha persona en el canon o lista de santos reconocidos. Anteriormente, los individuos eran reconocidos como santos sin requerimientos o procesos formales. La canonización, ya sea formal o informal, no ‘hace’ santo a ninguna persona, es solo una declaración de que dicha persona es santa y fue santa desde antes del proceso de canonización.

Vías. Hay dos caminos para la canonización: la vía de virtudes heroicas y la vía del martirio.

Cuatro pasos. Antes de llegar al reconocimiento de la santidad se deben cumplir cuatro pasos: la persona es declarada sierva de Dios; luego es declarada venerable. Para llegar a esta etapa debe ocurrir un milagro atribuido a esta persona que llega a ser beata. Finalmente, con la condición de que se cumpla otro milagro autentificado por autoridades eclesiásticas, el candidato adquiere la categoría de santo, porque es canonizado.

Proceso. Los fieles de cada país, mediante su Iglesia, presentan la solicitud de canonización ante el Papa. El proceso puede durar años o siglos.

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