jueves, 9 de julio de 2015

#PapaenBolivia En El Alto Bolivianos recibieron al Sumo Pontífice con fe y emoción

Miles de personas se apostaron a lo largo de la ruta recorrida por el papa Francisco en las ciudades de El Alto y La Paz, tras su arribo al aeropuerto alteño y donde emitió un discurso lleno de contenido y reflexión para con el prójimo y la naturaleza.

Banderas blancas y mucha alegría desbordaron las personas que esperaron por horas el paso del principal representante de la Iglesia Católica. El feriado fue muy bien aprovechado por la población católica que se apostó a lo largo del recorrido que realizó el Papa desde su arribo al Aeropuerto Internacional de El Alto y en su descenso a La Paz.

Como estaba previsto, las medidas de seguridad fueron extremas, a lo largo de todo el recorrido se observó la presencia de efectivos militares y policiales que, desde muy temprano, iniciaron su tarea de control para evitar que ocurra algún incidente fuera de lo normal.

Como se programó, seis carpas de la Cruz Roja fueron instaladas con el personal de emergencia, quienes se encontraron prestos para atender alguna emergencia. A ellos se sumaron los tres puestos móviles de salud además de ambulancias del SUMA que se apostaron en los lugares establecidos por la organización de la llegada del papa Francisco.

A medida que iban pasando las horas, la ruta del recorrido que iba a tomar la comitiva del Pontífice se fue llenándose de un conglomerado de gente. Uno de esos lugares fue la curva del ingreso a la Ciudadela Ferroviaria donde se construyó una plaza que lleva el nombre del jesuita Luis Espinal (muerto en mayo de 1980). En este lugar se armó un altar donde el papa Francisco hizo un minuto de silencio en memoria de Luis Espinal.

FE

Mientras se esperaba el arribo del líder de la Iglesia Católica, los fieles realizaron una serie de actividades de entretenimiento. En el Campus del Hangar Presidencial, varias organizaciones católicas de diferentes zonas de El Alto expresaron su felicidad por la llegada del Papa con cánticos y alegorías.

Cuando apareció el Sumo Pontífice en el altar armado, mucha gente expresó su beneplácito, otros, con lágrimas de emoción, repitieron el nombre del Papa y batieron sus banderas, blancas y amarillas. Hasta ese lugar también llegaron en sus sillas de ruedas personas enfermas y con problemas de capacidad.

SEGURIDAD

La otra cara de la medalla fue la extrema seguridad que se siguió para controlar el ingreso de los periodistas acreditados al Campo Papal y la Tarima en el Hangar Presidencial del Aeropuerto Internacional de El Alto.

Detectores de metal y revisión de las mochilas fue lo que marcó el ingreso de quienes debían transmitir lo que ocurrió en ese lugar. Muchos de ellos molestos reclamaron que se los revise como si “fueran delincuentes”. A pesar de los reclamos, los miembros de seguridad continuaron haciendo su trabajo, por órdenes superiores. A ello se suma el encierro en una tarima con resguardo de premilitares para evitar el movimiento de los periodistas.

ANÉCDOTA

Entre lo más destacable está el hecho de que los alteños quebraron el cordón de seguridad en el puente nudo de La Ceja, en ese sector sólo estaban premilitares

En el sector de Achachicala la gente se emocionó y se adelantó, en esa acción intentaron romper los cordones de seguridad. Similar acción se produce a la altura del Obelisco.

Al momento del arribo del papa Francisco en la ciudad de La Paz se escuchó el repique de las campanas de la catedral Metropolitana y la Merced.

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