El cardenal Francisco Robles Ortega, 64 años, uno de los dos purpurados mexicanos que participan en el Cónclave, es un hombre de perfil discreto y poco conocido a nivel nacional. Arzobispo de la arquidiócesis de Guadalajara, designado por Benedicto XVI el 7 de diciembre de 2011, Robles Ortega funge también desde noviembre pasado como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Previamente, se desempeñó como arzobispo de la arquidiócesis de la norteña ciudad de Monterrey, pero tras la renuncia del cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, al cumplir 80 años y tras 17 años al frente de esta jurisdicción, entró al relevo. La arquidiócesis de Guadalajara es considerada una de las más influyentes del país.
El 24 de mayo de 1994, su titular, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, fue asesinado en el aeropuerto de la ciudad del mismo nombre, cuando acudía a recibir al entonces nuncio apostólico Girolamo Prigione. Las investigaciones oficiales concluyeron que Posadas fue confundido con el capo de las drogas Joaquín "El Chapo" Guzmán, al que sus enemigos del cártel de los Arellano Félix le habrían tendido una trampa. Sandoval Iñiguez siempre consideró en cambio que se trató de un "asesinato directo", cuyo móvil nunca fue muy claro.
Con un perfil más bajo que su locuaz antecesor, considerado uno de los hombres más conservadores de la jerarquía católica, Robles Ortega sin embargo se ha labrado un prestigio por ser un personaje discreto, aunque es escasamente conocido a nivel nacional. Nacido en Mascota, estado occidental de Jalisco, el 2 de marzo de 1949, es el tercero de los 16 hijos de Francisco Robles y Teresa Ortega, una familia de profundas raíces católicas.
El cardenal hizo sus estudios de "Humanidades" en el Seminario Menor de Autlán, Jalisco de "Filosofía" en el Seminario de Guadalajara y de "Teología" en el Seminario de Zamora, estado de Michoacán. El 20 de julio de 1976 fue ordenado sacerdote en la Parroquia de Mascota, para la Diócesis de Autlán, y luego completó sus estudios en Roma donde obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana (1976-1979).
Fue consagrado Obispo el 5 de junio de 1991 y nombrado titular de la diócesis de Toluca el 15 de julio de 1996, a la muerte de su ex titular Alfredo Torres. Fue uno de los 12 elegidos, por el Episcopado Mexicano, para participar en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América, celebrada en el Vaticano del 16 de noviembre al 12 de diciembre de 1997. El 25 de enero del 2003, Juan Pablo II lo nombró XI Arzobispo de Monterrey, al aceptar la renuncia del cardenal Adolfo A. Suárez Rivera.
El 14 de noviembre del 2012 fue designado, para un periodo de tres años, como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
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