Llamativas artesanías, como anillos, carteras, cruces y otras, fabricadas con palmeras son una tradición del Domingo de Ramos, que es una de las costumbres que los católicos celebran cada año, siendo la ocasión en que las familias se llevan a sus casas estos "adornos" que colocan tras de sus puertas en señal de protección para sus hogares.
La manufactura de objetos con palmas es un arte porque se trenzan las hojas de dicha planta para formar una variedad de figuras que son parte del decorado de puertas y ventanas, que según las costumbres y creencias populares, sirven para proteger a las personas de cosas negativas, como el que no caiga un rayo o que los ladrones no ingresen a las viviendas.
Otro de los atractivos es la fabricación de carteritas o canastillos, ya que tienen gran aceptación, especialmente entre las niñas que esperan ese día para obtener este regalo que junto al anillo es un artículo que forma parte de esta costumbre.
Las palmeras para fabricar las hermosas artesanías que son bendecidas durante la fiesta del Domingo de Ramos, se traen desde los Yungas. Las hojas de esa planta deben ser compradas con aproximadamente dos semanas de anticipación para que no se sequen.
Es de esta manera como las simples palmas se convierten en un ramillete artístico, que a la vez son adornadas con lentejuelas y plastoformo en forma de pequeñas esferas.
Las palmas son utilizadas el Domingo de Ramos para representar el recibimiento que tuvo Jesús a su ingreso a Jerusalén, quien a modo de demostrar su humildad llegó montado en un burro, algunas de las personas levantaban las palmas para honrar al Hijo de Dios, otras se colocaban en el piso, formando una alfombra de palmas, éste fue el inicio de la pasión de Cristo que luego derivó en su muerte y resurrección.
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