El Sermón de las Siete Palabras realizado ayer en La Catedral, resumió las últimas reflexiones de Jesús antes de su muerte y después de padecer su sacrificio y crucifixión. Esta celebración representa una parte importante de lo que significan los actos de la Semana Santa.
La reflexión realizada en La Catedral, Virgen de la Asunta, estuvo a cargo del párroco del templo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Aleksy Zbigniew Pliszczyñski, en presencia de algunos feligreses que acompañaron este momento importante de lo que significa la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
La primera palabra refiere a la frase de Jesús a Dios: "Padre perdónalos no saben lo que hacen", que insta al perdón de los pecados de la humanidad cuando ya se encuentra en la cruz, donde la gente continúa humillándolo manifestándole que si era el hijo de Dios, se salvara.
En la segunda: "Te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso", Jesús le asegura al ladrón bueno su lugar en el paraíso sin reclamarle su pasado que significa la aceptación total con de los creyentes, porque Dios sólo espera la acción del buen ladrón que confía en el Señor.
"Madre, he aquí a tu hijo, hijo he aquí a tu madre", es la tercera palabra del sermón que en la interpretación de este pasaje, Cristo entregó el cuidado de su madre a su discípulo Juan como un acto de reciprocidad que representa el amor a Cristo a través del prójimo y la atención que debemos brindar a la Virgen María como madre de la humanidad.
La cuarta palabra del sermón dice: "Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado?", estas palabras llenas de tristeza y dolor fueron pronunciadas en medio de la soledad y dolor. Jesús clama al Padre pero él no le escucha, en ese momento es rechazado en el Cielo y la Tierra, siente el abandono de Dios como sentimos alguna vez cuando nos preguntamos ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Qué hice Señor?, pero Dios no responde, respuesta que se entiende cuando el hijo de Dios resucita.
La quinta palabra "Tengo Sed", refiere la falta de agua y la sed espiritual de Cristo que consume la redención para la salvación de todos, sed espiritual que hace falta a la Iglesia y que debe depender de la humanidad en su conjunto para que entiendan que en Dios se encuentra el agua bendita de redención y liberación de los pecados.
"Todo está cumplido", es la sexta palabra que proclama que todo lo dispuesto por Dios fue cumplido; el de la redención cumpliendo la escritura y la voluntad de su padre para liberar a la comunidad de sus pecados tal como dispusiese el Supremo.
En la séptima palabra, Cristo se despide "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu", mediante estas palabras, Jesús expresa que su sacrificio fue cumplido solo le quedaba morir, lo que aceptó para liberar a la humanidad por disposición de Dios Padre Todopoderoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario