Semana Santa es reconciliación y un reencuentro con Dios

La Semana Santa es la etapa de la reconciliación entre nosotros y un reencuentro con Dios. Oruro vivió el Vía Crucis durante la cuaresma que son cuarenta días y cuarenta noches, tiempo de continuo conflicto que fue pacificado por el amor que Cristo tiene a los orureños, dijo el Obispo de la Diócesis de Oruro, Monseñor Cristóbal Bialasik.

En la homilía del Domingo de Ramos, celebrada ayer en la Catedral, Monseñor Bialasik afirmó que antes de la llegada de la Semana Santa, llegó la paz al pueblo, para comenzar estos días con profunda reflexión y mucho amor, sin dejar a Dios de lado porque en cada minuto del conflicto se sintió la presencia del Padre en nuestras vidas.

La reflexión del religioso fue a propósito de los conflictos vividos en Oruro, a raíz de la intención de los asambleístas departamentales de cambiar el nombre del aeropuerto "Juan Mendoza" por "Juan Evo Morales", hecho que fue rechazado por varios sectores de la población, que reaccionó con huelgas, bloqueos, marchas, vigilias y otras manifestaciones hasta conseguir la anulación jurídica de dicho objetivo de los legisladores.

"Una vez más nos damos cuenta cómo Dios nos cuida y a veces deja pasar momentos difíciles por varios días, para darnos cuenta de la realidad en la que vivimos y utiliza ese tipo de cosas para que nos demos cuenta que Él está presente en nuestras vidas", manifestó.

A la vez agradeció el apoyo de la Virgen María en todas sus advocaciones. Se refirió a los funcionarios de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), presidida por el rector Rubén Medinaceli, que demostraron impresionante caridad y entrega al pueblo, a los que ingresaron en huelga de hambre y a todos los que sufrieron días de desesperación.

Agradeció al gobernador, Santos Tito por haber puesto de su parte para que al final todo quede en paz y a todas las personas que sufrieron durante el conflicto por la soberbia de otros.

"Ahora nos damos cuenta cómo el Señor sufrió por la soberbia de algunas personas y a pesar de que le hicieron la vida imposible demostró su amor hacia nosotros, su cariño y entrega total para salir al encuentro de cada hermano y hermana, ahora espera nuestra respuesta, él salió al encuentro de todos los orureños y orureñas, ahora le debemos responder", instó a la población.

Reiteró su agradecimiento a Dios y a la comunidad en general para que recuerden que él no olvida a su pueblo, porque siempre se encuentra en medio de la gente y sale al encuentro de cada persona, motivo por el que debemos acércanos a él en los tres días que sigue la Cuaresma.

CONFESIÓN

Y REFLEXIÓN

Sin duda alguna estos últimos días, previos Semana Santa, muchas personas han dicho alguna mala palabra, quizá ha pensado mal, por ese motivo antes de llegar a la Pascua es oportuno cumplir con el sacramento de la confesión, para que nos dé el perdón y la absolución de nuestros pecados y comencemos nuevamente con nuestra vida por el camino que Dios nos enseña, refirió.

"Ya no debemos hablar que fue mejor o peor, debemos dejar y cambiar nuestra actitud, tenemos que reconciliarnos porque somos una familia orureña y tenemos que vivir en paz y amor, como en toda familia hay hijos buenos y malos pero finalmente todos somos buenos, Dios nos creó a su imagen y semejanza pero por algunas influencias materialistas nos desviamos del camino", recordó.

Agradeció por cada uno de los orureños, por los días difíciles que pasamos, pero también agradeció por el nombramiento y elección del Santo Padre, Francisco, porque por los problemas regionales, no hubo oportunidad de agradecer por la elección de un Papa latinoamericano.

"A Dios gracias por este ejemplo, estuvimos ocupados por las cosas que pasaban en Oruro que no pudimos agradecer esta bendición y hoy es oportuno porque sentimos en algún momento que nos crucificaban y también hemos recibido el apoyo de muchas personas y hemos formado realmente una familia, a Dios gracias por eso", reconoció.

Por su parte el párroco de la Catedral, Ludgardo Ortiz, agradeció la participación de los estudiantes de los colegios Simón Bolívar y Aniceto Arce que acompañaron en la procesión llevando la imagen de Jesús que ingresó en medio de palmas a La Catedral.