Unas 700 personas, entre ellas 21 menores de edad en la actualidad, acusaron de abusos sexuales en 2011 a miembros del clero católico en Estados Unidos, indicó el noveno informe anual publicado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
En 2011 "683 adultos víctimas de abuso en el pasado han reportado los hechos por primera vez", señaló el informe sobre la aplicación de la Carta para la protección de los niños, precisando que "la mayoría de las denuncias formuladas hoy en día conciernen a hechos ocurridos en las últimas décadas".
Del total de acusaciones, 68% se refieren a acontecimientos que se produjeron entre 1960 y 1984 y la mayor parte entre 1975 y 1979, agrega el informe, según el cual muchos de los acusados han muerto, fueron relevados de sus funciones sacerdotales o lo habían sido tras haber sido objeto de cargos en informes anteriores.
De las 21 acusaciones que provienen de menores de edad, siete fueron consideradas creíbles por la policía y tres falsas, de acuerdo con la Iglesia. Este informe se basa en un estudio realizado por la empresa de auditores StoneBridge Business Partners a las diócesis católicas que la Iglesia estadounidense realiza cada año desde el estallido del escándalo de los sacerdotes pedófilos en Estados Unidos en 2002, cuando el arzobispo de Boston admitió que había protegido a un sacerdote responsable de numerosos abusos sexuales.
Los costos para la Iglesia, que ha debido pagar indemnizaciones a las víctimas, además de los honorarios de los abogados y de atención de los acusados, ascendieron a 109 millones de dólares en 2011 y 124 millones el año anterior. Aunque el informe destaca que la mayoría de las acusaciones remiten a un pasado lejano, "la Iglesia debe permanecer alerta y hacer todo lo posible para garantizar que estos abusos no se repitan", escribió el cardenal Timothy Dolan, presidente de la conferencia episcopal.
La publicación de este informe, fechado el martes, se produce tan sólo semanas después de la apertura a finales de febrero en Pensilvania (este) del primer proceso de un obispo por haber encubierto a sacerdotes pedófilos.
Monseñor William Lynn, ex jefe de personal de la diócesis de Filadelfia, es acusado de ocultar casos de abuso sexual y no haber hecho nada para sacar al menos a dos sacerdotes de los puestos que implicaban contacto con menores, por lo que enfrenta hasta 14 años de prisión.
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