Benedicto XVI presidió anoche en la Basílica de San Pedro del Vaticano la Vigilia Pascual, en cuya homilía dijo que la "oscuridad acerca de Dios y sus valores son la verdadera amenaza para nuestra existencia y para el mundo en general".
"Si Dios y los valores, la diferencia entre el bien y el mal, permanecen en la oscuridad, entonces todas las otras iluminaciones que nos dan un poder tan increíble no son solo progreso, sino que son también amenazas que nos ponen en peligro, a nosotros y al mundo", afirmó el Pontífice ante unas diez mil personas que asistieron al sugestivo y antiguo rito de la Vigilia Pascual.
El Papa agregó que la oscuridad amenaza verdaderamente al hombre porque le impide que vea a dónde va el mundo y de dónde procede, "a dónde va nuestra propia vida y qué es el bien y qué es el mal".
En la noche en la que la Iglesia celebra la "madre de todas las vigilias", el anciano Pontífice, de casi 85 años, se refirió a la creación y dijo que los siete días son una imagen de un conjunto que se desarrolla en el tiempo y que están ordenados con vistas al séptimo, "el día de la libertad de todas las criaturas para con Dios y de las unas para con las otras".
Benedicto XVI señaló: Que la luz hace posible la vida, el encuentro, la comunicación, el acceso a la realidad, a la verdad y el conocimiento y que haciendo posible éste último hace posible la libertad y el progreso. En su relato, el Papa destacó que el que Dios haya creado la luz significa que creó el mundo como un espacio de conocimiento y de verdad, espacio para el encuentro y la libertad, espacio del bien y del amor.
"El ser humano es bueno en sí mismo. Y el mal no proviene del ser, que es creado por Dios, sino que existe en virtud de la negación", afirmó.
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