Sus seguidores afirman que él no tenía ningún grado de estudio, sin embargo le llamaron maestro, no cometió ningún delito y, sin embargo, le crucificaron, no tenía ningún ejército, pero le temían los gobernantes; no tenía siervos, sin embargo le llamaban Señor.
De este hombre se habló mucho a lo largo de la historia, pero quedan las dudas naturales que se intenta explicar en esta nota.
1 ¿Realmente existió el Jesús histórico?
Los cristianos acudirán al Evangelio para decir que sí, mientras los no creyentes invalidarán este documento por considerarlo escritos que sólo valen para los que tienen fe.
Plinio el Joven, escritor romano habla de Jesús en un documento que data del año 112 d.C., mientras un texto judío que hace referencia se encuentra en los escritos de Flavio Josefo del año 130 d.C. No se sabe con certeza la fecha del nacimiento de Jesús, aunque los investigadores apuntan a su nacimiento al periodo en el que Augusto era el Emperador de Roma.
De acuerdo con el Evangelio de San Lucas, nació nueve años antes de la muerte de Herodes el Grande. Tampoco se conoce la fecha de su muerte, la mayoría de los escritores lo sitúa entre el año 26 y 36 d.C. período en el que Poncio Pilatos fue Prefecto de Judea; de todas formas es probable que al morir, Jesús, el Cristo, ya habría sobrepasado los 33 años, que la mayoría de los creyentes admite como la edad que tenía cuando fue crucificado.
2 ¿Conocieron a Jesús los evangelistas?
Mateo, Marcos, Lucas y Juan escriben sobre Jesús y luego la Iglesia reconoce estos escritos como canónicos. Ninguno de ellos conoció personalmente a Jesús. Los tres primeros son denominados sinópticos, porque entre ellos existen muchas afinidades y se presume que los tres tuvieron acceso a una fuente común. En cambio Juan, quien escribió algunos años más tarde, gira en torno a un tema fundamental: Jesús es el enviado de Dios, su Palabra por excelencia.
Éstos cuatro se basaron en los testimonios de quienes vieron, hablaron y conocieron a Jesús. Alguien a quien la tradición cristiana llamó fuente “Q”, o “quelle” escribió la base o lo que se conoce como Kerygma (el mensaje fundamental).
3 ¿Cómo era el sacrificio de la cruz?
La crucifixión era una pena de muerte que los romanos aplicaban a esclavos y sediciosos. Tenía un carácter infamante, por lo que no podía aplicarse a un ciudadano romano, sino sólo a los extranjeros
La pasión de Jesús, según los Evangelios pasa por una serie de etapas. Fue juzgado por el Sumo Sacerdote Caifás en el Sanhedrín; al día siguiente fue llevado ante Poncio Pilatos, el procurador romano.
Cuando se dictó su sentencia pasó a la flagelación, por lo general se utilizaba un látigo corto con varias tiras de cuero; luego fue obligado a cargar la cruz a un lugar llamado Gólgota, el madero no debería tener un peso de más de 35 kilogramos. Unos soldados y un centurión acompañan al que va a ser crucificado durante el trayecto.
Previa a la ejecución se le hicieron beber vino con hiel; posteriormente viene la crucifixión; en la cultura popular se cree que el crucificado era clavado en las manos; sin embargo, documentos históricos aclaran que se coloca los clavos desde el brazo hasta la mano y que se insertaron justo debajo de las muñecas entre los dos huesos del antebrazo.
El suplicio era tal que Cicerón calificaba a la crucifixión como «el mayor suplicio», «el más cruel y terrible suplicio», «el peor y el último de los suplicios, el que se inflige a los esclavos»
4 ¿Cómo entender la resurrección?
Muchas de las personas a las que se declara clínicamente muertas dicen haber regresado a la vida luego de vivir una experiencia particular como salir de su cuerpo, pasar por un túnel, no se siente dolor ni molestia y el cuerpo parece distante y se vive una especie de paz indescriptible.
De acuerdo con el Credo católico elaborado por el Concilio de Nicea y luego Constantinopla, “Jesús resucitó al tercer día de entre los muertos y subió a los cielos”, que se conoce como la Ascensión.
Los cuatro evangelistas mencionan el tema del sepulcro vacío, hecho que reconocen los soldados, sacerdotes y autoridades romanas; pese a que no es una prueba directa es un signo especial.
La muerte de Jesús no es un retorno a su vida anterior, porque entra, de acuerdo con el dogma, en la vida definitiva de Dios.
La verdad de la resurrección de Cristo es el dato originario sobre el que se apoya la fe cristiana, acontecimiento que es el centro del misterio del tiempo y que prefigura el último día, cuando Cristo vuelva glorioso. Celebrando su Pascua, no sólo una vez al año sino cada domingo, la Iglesia seguirá indicando a cada generación “lo que constituye el eje central de la historia, con el cual se relacionan el misterio del principio y del destino final del mundo”.
5 ¿Cuándo se dieron cuenta que Jesús era el Hijo de Dios?
El Evangelio cuenta que si bien Jesús proclamó en su pequeño país la venida del Reino de Dios, también se preocupó en formar sus apóstoles, los enviados suyos, los que difundieron el mensaje y, finalmente, los que colocaron los cimientos de la Iglesia.
A la partida de Jesús, todos estos se encargaron de expandir la palabra y recordaron los acontecimientos vividos junto a él. Una experiencia nueva nació en el grupo de los seguidores sin la presencia del maestro. Hechos de los Apóstoles cuenta como se reunían para la fracción del pan y la comunión. Es en ese momento que nace la Iglesia perseguida, sufrida, que acude a las catacumbas y que debe esperar tres siglos hasta su consolidación.
En el momento en que el rey Constantino el Grande abraza el Cristianismo, permite la expansión de la Iglesia y llama al Concilio de Nicea, donde la Iglesia establece sus verdaderos cimientos. Es esta Iglesia la que hoy conmemora una nueva Semana Santa.
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