La feligresía católica revivió este Viernes Santo la pasión y muerte de Jesús, camino al Calvario, por la salvación
de la humanidad. Los fieles participaron ayer en la solemne procesión de la imagen del Señor del Calvario en una actitud de unión de las familias para vivir la muerte de Cristo en la cruz.
Durante el cortejo procesional la imagen del Señor del Calvario fue cargada en hombros y bajo el sofocante sol, la trasladaron desde la iglesia del mismo nombre por las calles que están cerca del cielo.
Al son de la banda de músicos la caravana recorrió varias arterias adyacentes al tempo. Al principio la imagen del Señor del Calvario pasó por arcos de plata en medio del aroma de incienso y tronar de petardos, además de los acordes de la banda de músicos. Posteriormente se encaminó a la primera estación (Jesús sentenciado a muerte) y paulatinamente se recorrió hasta la décima cuarta estación (el cadáver de Jesús es puesto en el sepulcro).
De acuerdo a la doctrina cristiana, posteriormente se consumará la resurrección de Jesucristo que da paso a la celebración de la victoria del bien sobre el mal.
El acto religioso se celebró, como todos los años, bajo el imponente Sumaj Ock’o donde los fieles religiosos se dieron cita para recordar cómo murió Cristo crucificado, ese acontecimiento religioso es el único que desarrolla sobre los 4.500 metros sobre el nivel del mar.
El párroco de la iglesia del mismo nombre, Juan García, afirmó que el recorrido de las 14 estaciones se cumplió tal cual está escrito en la Biblia y los vecinos esperan el domingo de la resurrección para cumplir el santo evangelio.
La fe y devoción se impuso una vez más con la presencia de los vecinos que anualmente siguen a la imagen por todo el circuito definido. Las calles fueron cerradas para dar paso a la imagen y los ciudadanos participaron religiosamente en esta actividad religiosa.
Después de la procesión del Vía Crucis, en el interior de la iglesia El Calvario, se recordó el momento en que Jesús fue clavado en la cruz.
Luego de la ceremonia religiosa, los pasantes de la fiesta que este año recayó en la familia Fernández convidaron a servirse la comida tradicional de la época: el locro y ají de sardina.
Durante nueve días se desarrollaron las novenas en las que rezaron los feligreses. Los actos litúrgicos proseguirán hoy con la celebración de juegos pirotécnicos y mañana, domingo de resurrección y así cumplirán las tradiciones de la Semana Santa.
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