Un fanático religioso asesinó ayer a tiros a 11 niños, de entre 12 y 14 años, que se encontraban en las aulas de su colegio en Brasil. El hombre, de 23 años, ex alumno del establecimiento educativo, se suicidó después.
Es la primera masacre de este tipo que ocurre en Brasil, en conmoción por el episodio, cuyo autor, Wellington Menezes de Oliveira, dejó una carta testamento con referencias al fanatismo religioso, rechazando a los “impuros” y pidiendo que “Jesús lo despierte del sueño de la muerte a la vida”, dejando entrever que era portador del virus de sida.
La masacre ocurrió poco después del ingreso de los niños a la escuela municipal Tasso de Silveira, en el barrio de Ralengo, en Río de Janeiro. Unos 400 alumnos estudian allí, del cuarto al noveno año. De los que resultaron asesinados, nueve son niñas. Otros 13 resultaron heridos, algunos de gravedad.
Según el relato de testigos, el autor de la masacre, armado con dos revólveres, un 38 y un 32, había baleado a dos alumnos en inmediaciones de la escuela, hecho advertido por un bombero, que prefirió asistir a las víctimas.
Menezes ingresó a la escuela y se presentó en la secretaría para, dijo, dar una conferencia como ex bachiller del colegio. Luego, en un espacio de entre tres y cinco minutos, Menezes recorrió la escuela arma en mano, amenazando a los niños, diciendo que había fumado marihuana y que estaba “loco y desesperado por cumplir su misión”.
De acuerdo con el reporte de la Policía, los primeros disparos se produjeron en un patio de la planta baja. Entonces, en medio de gritos, los alumnos comenzaron a subir las escaleras y a esconderse donde podían. Luego recorrió otros pasillos y aulas disparando. Tres niños heridos lograron salir de la escuela y pidieron ayuda. La Policía llegó al lugar y le disparó a las piernas, pero el hombre se suicidó poco después disparándose.
Matanza en Río
# Testigo Jade Ramos, una sobreviviente de 12 años, contó que Menezes obligó a los niños a darse vuelta contra la pared y les disparó a la cabeza. “Parecían cascadas de sangre que caían por las escaleras”.
# Rousseff La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en Brasilia, suspendió un acto para dedicar un minuto de silencio, en llanto, “por los brasileñitos que se fueron tan pronto”.
# Extraño “Era un fanático religioso, tenía un cuadro de demencia religiosa, veía algo impuro en los niños”, señaló un portavoz de la Policía.
# Solitario “Se había hecho musulmán. No tenía amigos, vivía frente a la computadora” dijo su hermana Roseline a la red de televisión Globo.
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