El país en el que la Pachamama, el Tío de las minas y las wak’as, entre otras divinidades y símbolos espirituales están enraizados en el pueblo hoy está movilizado para demostrar su afecto al Papa.
Francisco enfrentará, con el puñado de hojas de coca, que pidió para acullicar, la altura de La Paz, visitará a Evo Morales en el Palaciode Gobierno, dirá la misa “del millón” en las calles de Santa Cruz, se reunirá con los movimientos sociales bolivianos y también con reclusos de Palmasola, entre sus actos más visibles.
El Papa llega a un país laico y pluricultural que se empeña en revalorizar y conservar sus ritos y costumbres ancestrales, en convivencia con el catolicismo practicado también por una mayoría de la población.
La constitución Política del Estado (CPE) reza en el artículo 4, que el “Estado respeta y garantiza la libertad de religión y creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. El Estado es independiente de la religión”. Y el presidente Evo Morales, que promulgó la Carta Magna en 2009, hoy se declara amigo de Papa argentino, con quien ya participó en el Encuentro Mundial de Movimientos Sociales, en el Vaticano y departió una cena privada, en octubre 2014.
El antropólogo y sacerdote jesuita Xavier Albó, ya se refirió a esta cualidad boliviana . “Es un Estado laico, pero muy religioso, porque lo único que no tiene es una religión oficial: ni la católica, ni la evangélica, ni la budista, ni la cósmica, ni la aimara. Es un Estado que está abierto a todos, y por otra parte, es un Estado muy respetuoso de las diferentes creencias de la gente”, señaló.
El presidente Evo Morales, abrió las puertas del Palacio de Gobierno a los pueblos indígenas y con ellos a la ch’alla, la q’oa, el aptapi y otros ritos indígena originarios.
Se adelantó que indígenas aimaras se trasladarán desde el altiplano al campus para recibir a Francisco con cánticos en esa lengua nativa, antes de que el pontífice inicie el descenso hacia La Paz en un vehículo descubierto por la autopista de 11 kilómetros que une a ambas ciudades, donde permanecerá unas horas, para después viajar a Santa Cruz.
En su trayecto de El Alto a La Paz se detendrá para orar al mártir de la democracia boliviana, el también jesuita, Luis Espinal, víctima de los paramilitares de García Meza, preso en Chonchocoro.
Hoy también los nigromantes y adoradores decidieron hacer una pausa en sus rituales, muestra de eso es que ocultaron la mística “curva del diablo”, en la Paz, por donde pasará Francisco, para sumarse respetuosamente, como dijeron, a la celebración católica.
RETORNO A LA FE En octubre del año pasado, Morales ya había declarado “siento que vuelvo a tener Papa”, tras una cena privada con Francisco en el Vaticano, luego de la participación de ambos en el I Encuentro Mundial de Movimientos Sociales, en el Vaticano, y que efectivamente coincidieron en un duro cuestionamiento al neoliberalismo, la discriminación y la explotación laboral, entre otros temas.
Francisco, llamado el Papa revolucionario o rebelde, y con muchas coincidencias con los movimientos de “indignados” en el mundo, para su primera gira a América Latina, Francisco ha elegido dos países que enfrentan -de algún modo- a las grandes potencias capitalistas, Bolivia y Ecuador, y a Paraguay.
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