La Diócesis de El Alto calcula que el 8 de julio, cuando el papa Francisco pise suelo boliviano, el campus papal se llenará con medio millón de almas, entre invitados, autoridades, público en general y -en un área preferencial- enfermos y personas con discapacidad.
"Es bastante la cantidad de gente que estará en el campus. Se calcula medio millón de personas”, informó ayer la vocera de la Diócesis de El Alto, Julieta Tovar, en una entrevista con radio Panamericana.
Similar cifra mencionó el vocero de la Arquidiócesis de La Paz, José Luis Aguirre, en contacto con Erbol. "El primer contacto del Papa con el pueblo boliviano lo tendrá en el altar del campus papal, que tiene una capacidad para unas 400.000 persona”, dijo Aguirre.
Tovar añadió que 1.700 voluntarios serán los primeros en ingresar al mencionado campus, emplazado en 19 hectáreas de terreno del Aeropuerto Internacional de El Alto. El ingreso se habilitará a las 8:00 del miércoles, ocho horas antes del arribo del Santo Padre que se programó para las 16:00.
Estos voluntarios se encargarán de ayudar y orientar a personas que presenten problemas de salud, trasladándolas a los puntos de salud habilitados, entre otros aspectos.
Durante las horas de espera, el público escuchará la música de distintos conjuntos folklóricos y se proyectarán dos videos: uno sobre la vida de Francisco y el otro sobre la visita del Papa Juan Pablo II, en 1988.
Todavía están pendientes algunas tareas para que el campus papal esté listo, dijo Tovar. "Hay que poner el banner del frontis de la iglesia de Laja, se debe instalar el altar, se están ultimando detalles de limpieza y aún se trabaja en distribuir credenciales para el ingreso”.
Una oportunidad para transformar relaciones
El portavoz de la Arquidiócesis de La Paz, José Luis Aguirre, dijo ayer que "ojalá” la visita del Papa sea para transformar la relación entre la Iglesia y el actual Gobierno, que no fue de la mejor desde que Evo Morales asumió el poder en 2006.
"Si no esperamos con el corazón abierto al Papa quizá estemos desaprovechando una visita que tiene que ser fundamental para transformar las relaciones en nuestro Estado”, dijo Aguirre, al ser consultado sobre las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia.
Los desencuentros entre altas autoridades del Ejecutivo y de la de la Iglesia fueron comunes tras el ascenso de Morales al poder. El Primer Mandatario en varias oportunidades calificó las manifestaciones de esta institución como intromisiones políticas.
Ante ello, Aguirre espera que las reuniones entre Francisco y Evo y, por separado, con la cúpula eclesiástica, no sean espacios de queja, sino de "escucha y corazones abiertos, para no quedarnos en la parafernalia de la visita, que no sea el simple tránsito de alguien más a quien no supimos reconocer en toda su profundidad”.
Añadió que el Papa llegará este miércoles con mensajes específicos para ambas partes.
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