Todos Santos, la fiesta en la que se rinde un tributo a los muertos, es una de las manifestaciones culturales más expuesta a las transformaciones y a incorporar elementos del mundo moderno.
Para el investigador en temas culturales Xavier Jordán, esta modernidad se expresa en la representación lúdica de la llegada de las almas.
“El año pasado he visto cosas maravillosas, porque como a través de las masitas y la representación de la subida de la tierra al cielo del alma, que se hacía con una escalera ahora, hay cohetes espaciales y aviones, que son fruto de la modernidad y la reconceptualización de la idea”, contó Jordán.
A pesar de que la festividad de Todos Santos convive con una serie de restricciones, que ha afectado rituales como el mast’aku dentro de los cementerios, es una de las manifestaciones más fuertes de la cultura andina.
“Todos Santos es un espacio en el que se rinde tributo al muerto, para ayudarle en su tránsito a la otra vida”, añadió el investigador.
La comunicación de los vivos con el más allá alcanza su cúspide el 1 y 2 de noviembre, con el tendido de la mesa o mast’aku, con los alimentos que más le gustaban al difunto y que antes se trasladaba al cementerio para entregarlo a los niños que rezaban por el alma.
Según Jordán, la concepción de la muerte “no es la misma que en la cultura occidental: no es el fin. Por lo tanto, los muertitos siguen teniendo hambre, sed y hasta ganas de bailar. Por ello, las culturas entienden este concepto a partir de eso: una fiesta”.
Un mast’aku en la plaza
Con el objetivo de realzar la festividad de Todos Santos y socializar sus elementos centrales, ayer el Centro de Encuentros Interculturales Andino Amazónico y el Instituto Álvarez Plata recrearon el mast’aku en la plaza 14 de Septiembre.
La actividad reunió a niños alrededor del altar, que rezaron, cantaron y bailaron para las almas.
Según el organizador del mast’aku, Wilfredo Camacho, “para nosotros la muerte es un grito a la vida”.
La Iglesia Católica anunció que el 1 y 2 de noviembre armará una mesa en la Catedral Metropolitana, para que sea visitada por las familias, en la que se entregarán misk’i bolas (dulces) a los niños que acudan a rezar.
Jóvenes alistan Halloween
“El Halloween de ninguna manera está reemplazando a Todos Santos, porque si bien ha crecido no debería afectarnos, porque no va contra nuestras convicciones y creencias culturales”, aseveró el investigador Xavier Jordán, para quien esta fiesta tiene otros usos, porque la gente lo utiliza como un espacio lúdico, de comunicación, de chequeo, para la seducción, diversión y establecer vínculos amistosos”.
Sobre las creencias que identifican a la fiesta con el mal, Jordán explicó que “el Halloween maneja dos puntos: el miedo, que es universal y no sólo es terror, es fascinación también, por eso a todos nos fascina ver películas de terror”. Otro de los temas “es la muerte, porque está presente en todas las culturas”, finalizó.
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