La Iglesia católica y los especialistas en interculturalidad invitan a niños y niñas a participar del tradicional mast’aku desde el mediodía del jueves hasta el viernes a la misma hora con el propósito de rescatar valores religiosos y culturales.
El rector de la Catedral Metropolitana, Marcelo Bazán, explicó que el repique de las campanas al mediodía de mañana anunciarán la llegada de las almas, y para su despedida (el jueves al mediodía) también repicarán las campanas. Cerca del altar de la Pasión en la Catedral estará preparada la mesa del mast’aku (tendido ritual andino de tributo a los muertos), donde los niños podrán rezar y cantar a las almas de las personas queridas.
Los niños recibirán golosinas, las tradicionales misk’i bolas (dulces), añadió Bazán. Los niños y niñas pueden usar disfraces de angelitos y de santos.
Según Bazán, el propósito de la actividad es fortalecer los valores religiosos y culturales. Se trata de un espacio de oración para rezar por nuestras almas. Esta experiencia permite educar a los hijos en valores de la fe y del amor de Dios.
Por su parte, el representante del equipo de Encuentros Culturales Andino Amazónico, Wilfredo Camacho, resaltó la importancia de la fiesta de difuntos y de la ceremonia del mast’aku.
“Hay la necesidad de crear una conciencia real y efectiva de la ceremonia para rendir homenaje a nuestros difuntos”, mencionó Camacho.
Junto con la carrera de Turismo del Instituto Álvarez Plata prepararon una mesa ayer en la Plaza Principal y con la participación de niños prepararon las masitas, urpus y t’anta wawas para adornar el mast’aku.
Según Camacho la sensibilidad humana se pierde “no hay respeto por la vida y la muerte, y eso es lo que se quiere recuperar” a través de la participación de los niños.
Apuntes.
Misas
La Iglesia católica ha programado misas para el jueves en la capilla del cementerio desde las 7.00 de la mañana, cada media hora.
En la Catedral, el 1 de noviembre la misa será a las 19.00, y el 2 de noviembre a las 9.00 de la mañana.
Mast’aku
El mast’aku es lo que el difunto en vida comió y vivió y su relacionamiento con toda la vecindad, explicó Wilfredo Camacho.
Es un icono espiritual ancestral andino que se recupera en el siglo 21 por ser un referente importante para cambiar la vida del hombre en cuanto a valores humanos. Es un hilo espiritual, un reencuentro entre los vivos y muertos.
Almas nuevas
Las almas nuevas o las "mosoj almas" como se las conoce en el mundo andino son aquellas que se marcharon hace menos de un año y para las cuales se arman grandes y abundantes mesas esperando su visita.
Dice la tradición, que el alma del difunto tarda aproximadamente un año en llegar hasta su última morada y por eso se debe ofrecer al alma nueva que aún está cerca del mundo terrenal, todos los alimentos que le gustaba en vida.
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