lunes, 29 de octubre de 2012

El Día de los Muertos acoge nuevos ritos en Santa Cruz



Ruy G. D’Alencar Delgado

En un rincón del restaurante hay un altar del Día de Muertos. Hay una muñeca de una esbelta dama esqueleto. Al lado hay una calavera de cerámica que lleva una vela encendida sobre la coronilla. Se pueden ver dos piezas de pan y un vaso de trago corto lleno de tequila. Hay fotos en blanco y negro de un mariachi y de dos señoras, flanqueadas por dos calaveras. Hay una cruz hecha con frejol y maíz. Unas flores amarillas le dan color a la mesita que sostiene a este altar.
Este arreglo, dice Margarita Rocha, dueña del restaurante El Chile, es una rutina que prepara antes del 1 de noviembre para avivar la tradición azteca. Margarita es mexicana, socióloga de formación, pero en Santa Cruz se dedica a la cocina de su país. Ella y una decena de amigas residentes son responsables de haber traído los ritos mexicanos de recordación de los difuntos a esta parte de Bolivia.
Más allá de las tradiciones autóctonas, católicas y de la asimilación de las calabazas y brujas de Halloween, en Santa Cruz este y otros ritos exóticos son acogidos como novedad por algunos cruceños. Tal es el caso de las familias y amigos del grupo de mexicanas de Margarita, identificado con el nombre de Las Catrinas, en honor al personaje de la refinada dama esqueleto que creó el ilustrador mexicano José Guadalupe Posada.
“Para nuestra cultura la muerte no es algo dramático”, explica Margarita mientras decora el colorido altar. La idea es que las almas de los difuntos vuelven a casa, atraídas por flores amarillas de cempaxúchitl y guiadas por la cruz de granos. Llegan, toman tequila, comen algo de pan y fuman cigarros.
Un repaso por la ciudad hace ver otras tradiciones extranjeras del Día de los Difuntos que conviven con la celebración pagana local y con la católica de Todos Santos. Por ejemplo, la fiesta tradicional de danza del Bon Odori, que organiza el Centro Social Japonés de Santa Cruz.
“La gente se reúne en lugares abiertos alrededor de una tarima con tambores taiko y baila al compás de la música tradicional. La música debe ser alegre para dar la bienvenida a las almas de los ancestros y la gente debe estar alegre”, comenta Óscar Aniya, administrador del Centro Social Japonés.
Aniya dice que en Japón, el Bon Odori se celebra entre julio y agosto, en pleno verano del norte, época en la que se cree que el cielo se abre para que los ancestros bajen a la tierra y compartan con sus familiares. Sin embargo, en Bolivia la fecha se traslada para fines de octubre debido a que julio y agosto son meses fríos.
“Se presentan expresiones culturales aceptadas acá, como yudo, karate. La mitad o más de los participantes son bolivianos sin sangre japonesa”, indica Álvaro Sánchez, alumno de japonés que participa de la celebración y que cuenta lo atrayente que resulta el colorido de los quimonos. Otro rito que ve la muerte como un hecho no dramático.
Para los japoneses de Santa Cruz, la recordación de los difuntos se concreta en una jornada de danza tradicional. Para los mexicanos, la celebración comienza con el armado del altar y se concreta entre e1 y 2 de noviembre, con la visita de las almas. Se acostumbra rezar el primer día y por la tarde regalar calaveritas de dulce que llevan en la frente el nombre de los amigos. “Nosotros no lo vemos como algo macabro”, aclara. Ambas costumbres están echando raíces en una Santa Cruz diversa, cada vez más grande y multicultural.

Simbolismos

- Calaveras de dulce. Es un elemento de la tradición mexicana. Tienen escritos el nombre del difunto en la frente y en algunos casos, el de personas vivas, en forma de broma que no ofende al aludido. Son consumidas por parientes o amigos.

- Pan de muerto. Es un panecillo dulce que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos, adornado con figuras del mismo pan en forma de hueso y se espolvorea con azúcar.

- Flores. Durante el periodo del 1 al 2 de noviembre, las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de cempaxúchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Casi todos los panteones son visitados.

- Yukata. Quimono japonés. Significa traje de baño para el verano. Es un tipo de quimono simplificado; existen dos tipos, el tipo bata para su uso literal y el tipo elaborado para ser utilizado en festividades.

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