Benedicto XVI está "profundamente afectado" por la muerte de más de 200 personas en el naufragio en la madrugada del miércoles de un barco que desde las costas africanas pretendía llegar a la isla italiana de Lampedusa, informó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
"La tragedia de la muerte en el mar de un gran número de migrantes que desde las costa de África septentrional intentaban alcanzar Europa ha afectado profundamente al Santo Padre, que sigue con gran atención y preocupación los casos de los migrantes en este periodo dramático", afirmó Lombardi.
El papa Benedicto XVI y toda la Iglesia -agregó el portavoz- recuerdan en sus rezos "a todas las víctimas, de todas las nacionalidades y condición, mujeres y niños, que han perdido la vida en el terrible viaje para huir de la situación de pobreza, de injusticia o de violencia, y buscan protección, acogida y condiciones de vida más humanas".
Lombardi recordó que entre las víctimas de esta nueva tragedia en el Mediterráneo hay migrantes eritreos católicos, que estaban en Libia y participaban en la vida de la comunidad católica local.
Según el Gobierno italiano, en lo que va de 2011 han llegado a las costas italianas 25.867 personas, de las que casi 21.000 procedían de Túnez, de los puertos de Yerba y Zarzis; mientras que desde Libia han llegado 2.300 personas, casi todas de origen somalí y eritreo.
En la madrugada del pasado miércoles, una barcaza procedente de Libia con algo más de 200 personas a bordo naufragó en aguas maltesas cuando intentaba ser rescatada por las autoridades italianas, a 39 millas al sur de Lampedusa.
Un total de 51 personas, entre ellas una mujer y un recién nacido, lograron salvarse.
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