domingo, 25 de noviembre de 2012

Papa ratifica virginidad de María y dice que no hubo asno ni buey



EFE. Ciudad del Vaticano

Jesús nació en Belén en una época determinada con precisión y su nacimiento virginal "no es un mito, sino una verdad", asegura Benedicto XVI en su libro La infancia de Jesús presentado esta semana, en el que también señala que en el Evangelio no se habla del buey y el asno en el pesebre.
En el libro, desde el lunes en las librerías de 50 países, el papa Ratzinger señala que en el Evangelio "no se habla de animales" en el lugar donde nació Jesús, pero tratándose de un pesebre, "el lugar donde comen los animales, la iconografía cristiana captó muy pronto ese motivo y "colmó esa laguna" y ninguna representación del Portal de Belén renuncia al buey y al asno.

En el texto el pontífice también desmiente a san Agustín, que afirmó que la Virgen María habría hecho un voto de virginidad y se habría comprometido con José para que la protegiera, señalando que esa reconstrucción "está fuera del mundo judío del tiempo de Jesús".

"¿Es cierto que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de santa María Virgen? Sí, sin reservas", afirma el pontífice, quien señala que hay dos puntos en la historia de Jesús en las que la acción de Dios interviene directamente en el mundo material: “El parto de la Virgen y la resurrección del sepulcro, en el que no permaneció ni sufrió la corrupción”.

Benedicto XVI subraya que si a Dios solo se le permite actuar en la esfera espiritual y no en la material, “entonces no es Dios”, pero que sí, “que tiene ese poder y con la concepción y la resurrección de Jesucristo ha inaugurado una nueva creación”.

La infancia de Jesús, tercer libro de la trilogía de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI (se usan los dos nombres, ya que los comenzó siendo cardenal y los ha acabado una vez en el papado) sobre Jesús de Nazaret, ha sido editado en nueve idiomas, entre ellos el español, y sale con una primera edición global de un millón de ejemplares.

El libro, de 176 páginas, está dividido en cuatro capítulos y un epílogo.

El primero está dedicado a la genealogía del Salvador en los evangelios de Mateo y Lucas, muy diferentes ambos, según señala, pero con el mismo significado teológico-simbólico: la colocación de Jesús en la historia.

Benedicto XVI señala que Jesús no nació y apareció en público en una fecha imprecisa, sino que se sabe muy bien quién es y de dónde viene y que pertenece a una época "perfectamente datable y a un ambiente geográfico perfectamente indicado".

Jesús nació -escribe el papa echando mano del Evangelio de Lucas- en el año 15 del imperio de Tiberio César.
El segundo capítulo está dedicado al anuncio del nacimiento y Benedicto XVI escribe que leyendo el diálogo entre María y el ángel Gabriel se ve cómo Dios a través de una mujer busca "un nuevo ingreso en el mundo".

Datos clave

Nacimiento. Jesús nació en Belén en una época determinada con precisión, en el año 15 del imperio de Tiberio César, señala Benedicto XVI en su libro.

- Jesús en la historia. El primer capítulo está dedicado a la genealogía del salvador en los evangelios de Mateo y Lucas, muy diferentes ambos, según señala el papa, pero con el mismo significado teológico-simbólico: la colocación de Jesús en la historia.

- Anuncio. El segundo capítulo está dedicado al anuncio del nacimiento de Juan el bautista y de Jesús.

- Nacimiento. El tercer capítulo está dedicado al nacimiento en Belén y el contexto histórico del nacimiento de Jesús, el imperio romano que bajo Augusto se extiende entre Oriente y Occidente.

- Reyes Magos. El cuarto capítulo está dedicado a los Reyes Magos. En el texto, el papa reconstruye una amplia gama de información histórica, lingüística y científica sobre los hechos bíblicos.

Asegura que Dios es un misterio
Benedicto XVI aseguró que Dios “no es absurdo, a lo sumo un misterio”, que ese misterio “no es irracional” y que es “razonable creer en Dios, pues está en juego nuestra existencia”. El papa hizo esas manifestaciones ante varios miles de personas que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a una audiencia pública, en la que insistió en que a través de la razón se puede conocer con certeza la existencia de Dios.
El Obispo de Roma dijo que la tradición católica desde el comienzo ha rechazado el fideismo, la voluntad de creer contra la razón, ya que la fórmula ‘Credo quia absurdum’, creo porque es absurdo, no interpreta la fe católica.
“Dios no es absurdo, a lo sumo un misterio. El misterio a su vez no es irracional, sino cargado de sentido, de significado, de verdad. Si mirando al misterio, la razón ve oscuro, no es porque el misterio no sea luz, sino porque es demasiada. Es como cuando los ojos del hombre se dirigen directamente al sol para mirarlo y ven solo tinieblas. ¿Alguien diría que el sol no es luminoso?”, señaló.
La fe, prosiguió el papa, constituye un estímulo para buscar siempre, para no detenerse en la búsqueda de la verdad y la realidad.
Benedicto XVI aseguró que “es falso” el prejuicio de ciertos pensadores modernos, según los cuales, la razón humana queda bloqueada por los dogmas de fe.

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