Un hombre vestido de centurión causó ayer daños en una balaustrada policromada del maestro barroco Bernini en la basílica de Santa Francesca Romana, de la capital italiana, cuando el sacerdote oficiaba una misa, informaron los medios nacionales.
El “centurión” irrumpió furioso en la basílica, pateó la puerta de madera y derribó todo lo que encontraba a su paso: sillas ceremoniales, bancos y hasta a un feligrés que oraba de rodillas.
En su recorrido destructor el hombre gritaba: “Dentro está Dios que es el diablo y debe ser matado”, y logró arrancar con sus manos el mármol policromado de la balaustrada de Bernini frente al altar y dañar tres pequeñas columnas del genio napolitano del barroco italiano.
“Parecía un loco, se había casi desnudado y pronunciaba frases injuriosas, sin sentido”, explicó el sacerdote y párroco del templo, el benedictino padre Virgilio. La basílica, conocida también como Santa María Nova, se encuentra a la altura de los Foros Imperiales cerca del Coliseo, donde el hombre, un milanés de 30 años y con historial psiquiátrico, solía trabajar como actor vestido de centurión.
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