En una emotiva misa realizada a la llegada a La Paz de la marcha de las personas con discapacidad, el padre Xavier Albó bendijo a sus integrantes y pidió que las autoridades puedan ablandar el corazón ante esta realidad.
"Señor estamos contentos de habernos sacrificado todo este tiempo, que no sea en vano, que se ablanden las autoridades, que consideren lo mucho que ustedes han sufrido y que por lo tanto tengan un corazón misericordioso como el de Jesucristo, como el del Papa Francisco. Esto te pedimos Señor para que la estancia aquí, dure el tiempo que sea y tenga el resultado esperado" dijo el sacerdote.
Inició el acto religioso pidiendo por los marchistas: "vamos a pedir muy particularmente por los que han venido en esta caravana, deben estar muy agotados". Albó también señaló que era necesario "pedir perdón cuando nos olvidamos de los más necesitados".
Posteriormente realizó un cántico en aymara. "Doy gracias al Señor (?) hoy muy particularmente por este esfuerzo titánico que han hecho los marchistas para llegar a la sede de Gobierno". Entonces pidió a los marchistas cantar el tema con el que recorrieron más de 379 kilómetros durante 35 días: "Adelante adelante, adelante caravana. Llegaremos a la sede, a la sede de Gobierno. Adelante, adelante, adelante caravana, lucharemos por la renta, por la renta de 500", entonaron cientos de personas algunos en llanto.
Por su parte, uno de los líderes de la caravana, David Cayo, pidió entre lágrimas a las autoridades escuchar y atender a las personas con discapacidad. "Es muy grande el sacrificio que hemos hecho, con días de un sol inclemente, lluvia, frío, viento, durmiendo a la intemperie, madres con hijos discapacitados, hijos con sus padres discapacitados han marchado" señaló a ANF. Y agregó: "hemos llegado hasta aquí, ahora pedimos que nos escuche el presidente Evo Morales".
Asimismo informó que la caravana se mantendrá en vigilia permanente en el atrio de San Francisco hasta encontrar una respuesta a su demanda. El pasado 21 de marzo, más de un centenar de personas con discapacidad y sus familias emprendieron la sacrificada marcha desde Cochabamba hasta La Paz en busca del pago de un bono mensual de Bs 500, que el Gobierno califica de inviable.
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