El jefe supremo de la Iglesia Católica es el Papa, cuyos títulos espirituales son: Obispo de Roma, Vicario de Cristo, Sucesor de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles, Supremo Pontífice de la Iglesia Universal, Patriarca de Occidente, Primado de Italia y Arzobispo y metropolitano de la Provincia Romana, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Los cardenales son clérigos destacados, nombrados en secreto por el Papa para asistirlo y asesorarlo en el gobierno de la Iglesia. Los cardenales obispos y cardenales diáconos se dedican exclusivamente a la administarción del gobierno central de la Iglesia.
Los cardenales se reunen en cónclave para elegir de forma vitalicia un nuevo pontífice.
Los patriarcas, líderes de las Iglesias Católicas Orientales, son la máxima autoridad en los asuntos de los patriarcados orientales.
Los arzobispos son prelados que, en la mayoría de los casos, están al frente de las arquidiócesis. Los obispos, son los sucesores directos de los doce Apóstoles tienen en la mayoría de los casos, jurisdicción completa sobre los fieles de su diócesis.
Los presbíteros (o sacerdotes) son los colaboradores de los obispos y solo tienen un nivel de jurisdicción parcial sobre los fieles.
Los diáconos son los auxiliares de los presbíteros y obispos, poseen el primer grado del sacramento del orden.
Los laicos participan en las diversas formas de gobierno y admi-nistración de sus iglesias locales.
Los consagra-dos llevan una vida consa-grada de modo es-pecial a Dios.
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ResponderEliminarEntre otros, también reconstruye algunas páginas de la historia como el de la revolución federal 1899 una de las más sombrías de nuestra historia relata la turbulencia popular extrema y la mediación que se atribuye a la Virgen del Carmen para salvar las vidas de los vecinos del pueblo de Corocoro.