El papa Benedicto XVI reclamó que ningún poder desprecie la dignidad de toda persona humana, al llegar ayer a México, y llamó a los católicos a reafirmar su fe. Les pidió que sean “fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar”.
En la última década, el porcentaje de católicos en México cayó del 88% de la población en 2000 al 83,9%, según el último censo. La proporción de evangélicos y protestantes pasó del 5,2% al 7,6% en ese mismo periodo. Y lo que preocupa más a la jerarquía eclesiástica mexicana, el número de ateos y agnósticos crece cada año, reporta BBC Mundo.
El Papa dijo que rezará “particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia”. Aludió así a las guerras de la droga que desangran a México y que dejó desde diciembre de 2006 más de 50.000 muertos como resultado de luchas entre cárteles y la represión militar.
El presidente Felipe Calderón, que recibió al Papa en el aeropuerto de Silao, le dijo que su visita “alentará el esfuerzo de los mexicanos y reconfortará su alma”, al indicar que este pueblo “ha sufrido la violencia descarnada y despiadada de los delincuentes”. “El crimen organizado muestra hoy un siniestro rostro de maldad como nunca antes”, afirmó aludiendo a las macabras ejecuciones, decapitaciones y desmembramientos que practican bandas de narcotraficantes.
“A pesar de todo, México está de pie”, dijo Calderón, aplaudido por los 3.500 invitados que asistieron a la ceremonia en el aeropuerto de Guanajuato. Joseph Ratzinger se dijo complacido de estar en México y en América Latina. “Deseo estrechar las manos de todos los mexicanos y abrazar a las naciones y los pueblos latinoamericanos”, dijo.
“La Iglesia no compite con otras iniciativas privadas o públicas. No pretende nada más que hacer de manera desinteresada y respetuosa el bien”, dijo. Aludió a las tensiones en torno al creciente laicismo. La ciudad de México aprobó leyes que despenalizan el aborto antes de las 12 semanas de embarazo y autorizan el matrimonio con plenos derechos de personas del mismo sexo. Ratzinger señaló su esperanza en que “este pueblo haga honor a la fe recibida y a sus mejores tradiciones”, ante la disminución de las prácticas religiosas. El Papa se refirió al Cristo del Cubilete, una majestuoso imagen religiosa en León, el cual, dijo, es fe católica.
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