Cuba ultimaba ayer los preparativos en las calles y en la plaza que recibirán el lunes al papa Benedicto XVI en la ciudad oriental de Santiago, donde ya es visible el despliegue de un amplio dispositivo de seguridad con motivo de la visita.
En la plaza "Antonio Maceo" de Santiago de Cuba, escenario de la primera misa del Pontífice el mismo lunes, se encuentra listo el enorme presbiterio de estructuras metálicas en forma de baldaquino ojival adornado con los escudos de Cuba y del Papa en material de fibra de vidrio.
El diseño del altar es similar al de la mitra papal, incluye una escalinata central y está cubierto por un toldo blanco y azul, el mismo color que en su pared frontal simula el mar que rodea a la isla en remembranza a las aguas donde fue hallada la imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba.
Según datos de la Iglesia, se espera que unos 200 sacerdotes y 70 obispos asistan a la misa, junto a peregrinos de diversos países de la región, incluyendo a más de 300 de Estados Unidos.
La mayoría de los peregrinos cubanos llegará el lunes a Santiago en tren, autobuses y camiones desde las provincias cercanas de Holguín, Las Tu-nas, Granma, Guantánamo, Camagüey y Ciego de Ávila.
El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), Dionisio García, afirmó hoy que se pretende que la homilía de Santiago sea la "misa de la acogida" de todo el pueblo cubano.
Por ello, se han elegido para recibir la comunión en esa celebración fieles laicos de Cuba, otros que viven en el exilio, y extranjeros que estudian en Santiago y son parte de su comunidad.
La plaza "Antonio Maceo", con capacidad para aproximadamente 150.000 personas y concebida para desfiles populares, actos políticos, patrióticos y culturales, tiene a su alrededor grandes vallas alegóricas a la revolución con imágenes del líder Fidel Castro y del presidente Raúl Castro.
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