El papa Benedicto XVI se reunirá con el presidente Felipe Calderón y con los creyentes este sábado, en la segunda jornada de su visita de cuatro días a México, que comenzó con una condena al "demonio" del narcotráfico y una plegaria por las víctimas de la violencia.
Unas 700.000 personas, según el Vaticano, salieron a recibir al Papa el viernes. Benedicto XVI hizo un recorrido de 34 km en el papamóvil entre la localidad de Silao, a cuyo aeropuerto llegó, y la de León, en el estado de Guanajuato.
En su primera noche en México, el pontífice ha "dormido bien" y trabajaba "tranquilamente en sus discursos con sus colaboradores", explicó este sábado el portavoz de la Santa Sede, el sacerdote Federico Lombardi. "Espera que sus palabras sean bien entendidas.
Le da una gran importancia a los medios de comunicación y espera que le ayuden a difundir un mensaje positivo, a encontrar la dimensión positiva del mensaje", añadió Lombardi.
El pontífice inició su jornada celebrando una misa en la capilla privada del colegio de Miraflores en la ciudad de León (centro), 400 km al noroeste de Ciudad de México, donde se alojará las tres noches que pasará en el país antes de partir hacia Cuba, la otra escala de su viaje a Latinoamérica, y luego recorrió las instalaciones del lugar.
Durante su recorrido dedicó unos minutos a orar ante una réplica de la imagen de la Virgen de Guadalupe que, según las creencias de los católicos, se apareció en siglo XVI en un cerro de Tepeyac, cerca del centro de la capital mexicana, en el que actualmente se levanta el santuario mariano más visitado del mundo.
El programa oficial de este segundo día en México del pontífice no comenzará hasta el atardecer cuando vaya a la histórica ciudad de Guanajuato (centro), capital del estado del mismo nombre, para reunirse con el presidente Felipe Calderón y recibir a un grupo de niños.
En su segundo viaje al continente con más católicos del mundo, tras su visita a Brasil en 2007, el Papa, que cumple 85 años el próximo mes, visitará los municipios mexicanos de Silao, León y Guanajuato (del estado homónimo) y partirá el lunes a la comunista Cuba.
El punto culminante de la visita de Benedicto XVI a México, la primera de un Papa desde que hace 10 años Juan Pablo II viajó por quinta vez al país, será la misa del domingo en Parque Bicentenario regional, que está abajo de una imponente estatua de Cristo.
La Iglesia católica lucha por extender su influencia en México, con reveses como la legalización del aborto y la aprobación del matrimonio gay en la capital mexicana como telón de fondo.
En su primer mensaje en México, Benedicto XVI habló de libertad religiosa mientras se discute la reforma al artículo 24 de la Constitución mexicana, que podría devolverle a la Iglesia el derecho al culto religioso fuera de los templos y a la educación religiosa en escuelas públicas, entre otros puntos.
El Papa dijo que toda persona tiene una "inigualable dignidad" que se "expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad".
Aunque México, donde el 84% de la población ha sido bautizada, es numéricamente la segunda nación más católica del mundo, las filas de esta religión han disminuido en los últimos años, debido en parte a la expansión de otros movimientos religiosos.
"Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella, y animarlos a revitalizarla", dijo Ratzinger después de saludar al presidente mexicano, Felipe Calderón. "Rezaré (...) particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia", agregó.
La violencia del narcotráfico ha dejado en México un saldo de más de 50.000 muertos en los últimos cinco años.
Las autoridades mexicanas aseguraron que la seguridad del Papa está garantizada con el despliegue de unos 5.400 policías y militares. Su visita, por otro lado, coincide con la presentación en León de un libro sobre archivos del Vaticano que constatan que la Santa Sede contaba con información para procesar al fundador de la congregación mexicana los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel (1920-2008), acusado de abusos sexuales contra menores de esa agrupación con presencia en 22 países.
En Cuba, el Papa también tratará de seguir los pasos de Juan Pablo II, a quien se le reconoce como artífice del fortalecimiento de la relación entre la Iglesia y el Estado.
Benedicto XVI dijo que el marxismo "ya no corresponde a la realidad" y abogó por "nuevos modelos" en medio de los cambios hasta ahora tímidos en el régimen comunista.
El presidente de la Conferencia Episcopal cubana, Dionisio García, sostuvo este sábado que esa afirmación "no va a tener ninguna repercusión".
"La Santa Sede sabe cuáles son los presupuestos ideológicos del gobierno cubano" y éste también "sabe cuál es el pensamiento de la Iglesia", dijo García, arzobispo de Santiago de Cuba, ciudad del sureste de la isla donde llegará Benedicto XVI el lunes.
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