En la "Semana por la Vida" y casi llegando a su culminación con la celebración del "Día del Niño por Nacer", este domingo 25 de marzo, los católicos que participaron del "Vía Crucis por la Vida", llevando en sus hombros la imagen de Jesucristo, corroboraron mediante la oración y su amor a Dios defender la vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte de forma natural, de acuerdo a los preceptos católicos, fundamentados en los 10 Mandamientos.
Cerca de las 19:00 horas, grupos de religiosos y de laicos comenzaron el Vía Crucis por la Vida, que recorrió la calle Murguía, hasta la 6 de Octubre, para tomar luego la Adolfo Mier y concluir el camino de la cruz, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, la Catedral.
Esta representación que en realidad se refiere a los diferentes momentos vividos por el Hijo del Hombre, hasta su crucifixión, que por otro lado demuestra las dificultades que se presentan a lo largo de la vida de los cristianos, se realizó en la Parroquia de la Catedral.
Esta expresión católica, estuvo encabezada por el Obispo de la Diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik, expresando mensajes de amor y oraciones, para fortalecer la cultura de la vida, acontecimientos propicios porque según el calendario litúrgico la Iglesia Católica celebra la Cuaresma, preparación de la Pascua, paso de la muerte a la vida de Jesús, luego de la crucifixión.
La "Semana por la Vida", prosigue con actividades hoy por la noche, con la adoración eucarística a las 19:00 horas y luego se procederá con la conferencia: "La defensa de la vida en el magisterio del Beato Juan Pablo II" a cargo de Monseñor Cristóbal Bialasik, acontecimientos previos al domingo 25 de marzo, jornada para celebrar el Día del Niño por Nacer, que al margen de la celebración de la Sagrada Misa se realizará la "Procesión por la "Vida", con la imagen de Nuestra Señora de la Dulce Espera.
Monseñor Cristóbal Bialasik, recalcó que la familia es el santuario de la sociedad y su función básica es defender la vida, considerada como un regalo de Dios.
La costumbre del Vía Crucis, que consiste en rezar las Estaciones de la Cruz posiblemente comenzó en Jerusalén, ciertos lugares de la denominada Vía Dolorosa, fueron devotamente marcados desde los primeros siglos, convirtiéndose en una meta de muchos peregrinos desde la época del emperador Constantino en el Siglo IV.
Según la tradición, la Santísima Virgen visitaba diariamente las Estaciones originales y San Jerónimo, Padre de la Iglesia, escribió sobre la multitud de peregrinos de todos los países que visitaban los lugares santos en su tiempo.
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