En la homilía dominical monseñor Sergio Gualberti, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz, hizo hincapié en la celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad que se recordó ayer.
Remarcó que cuando se habla de la Santísima Trinidad se refiere al misterio fundamental de la fe y de la vida cristiana. “Es el misterio del Ser de Dios en sí mismo, de su identidad. Siempre nos han explicado desde niños que hay un solo Dios en tres personas divinas, iguales y al mismo tiempo distintas entre sí”, indicó.
Explicó que, según Jesús lo reveló, entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo existe una comunión profunda, una relación y una comunicación perfecta. “Es gracias a Jesús que conocemos nuestra vocación profunda y auténtica: llamados a vivir y actuar de acuerdo a esta identidad, actuar y vivir a imagen de la Santísima trinidad”, remarcó el religioso.
El obispo dijo que como personas nos realizamos en plenitud cuando vivimos en relación verdadera con Dios, pero también con los hermanos y con toda la creación. Agregó que hemos sido creados para la comunión con Dios, con los hermanos y con todos los seres. Y todo esto, añade, el Señor lo hace conocer de a poco en la historia de la salvación a través de sus intervenciones.
“Al persignarnos queremos expresar esta comunión profunda, superando esta incomprensión y llevando un camino de un diálogo sincero en el respeto de los demás. Signo de paz frente a tantos enfrentamientos y discordias, teniendo amor donde hay odio y perdón donde hay rencor; ser signos de verdad frente a tantas mentiras”, concluyó.
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