El cardenal Julio Terrazas en su homilía de ayer solicitó que al momento de celebrarse la fiesta de Pentecostés los pueblos y los gobernantes se dejen guiar por el espíritu para que puedan encontrar el lenguaje del amor que vincule a los pueblos con sus gobernantes. Señaló que el único camino para unir a los pueblos es a través del Espíritu Santo.
Terrazas expresó un mensaje sobre la transformación social y personal a la que conduce el Espíritu de Dios, que va por el camino de la unidad, respetando el pluralismo a través de la solidaridad, amor, verdad, alegría y esperanza.
"Hablar de un Dios que respeta el pluralismo, la diversidad de lenguas, pero que pide que nos entendamos por lo menos con el lenguaje del amor. El espíritu transforma a las personas, pero también transforma las relaciones entre los pueblos. Buscar lo que une y dejar de lado todo ello que separa, que condena", pidió Terrazas.
La fiesta de Pentecostés recuerda la llegada del Espíritu Santo sobre los discípulos otorgándoles la inspiración para cumplir aquella misión encomendada por Jesús: “Vayan y proclamen la buena noticia a todos los pueblos”.
Recordó la torre de Babel, que se dedicaron a la construcción de un monumento que no estaba encaminado a los proyectos de Dios y que al final los llevó a la destrucción. "No podemos hablar de Dios si arriba vamos a colocar dioses falsos; existen aquellos que no reconocen la presencia del Dios de la vida y se pasan buscando momentos para matar, destruir a los demás".
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