La Conferencia Episcopal Alemana aprobó ayer la prescripción de la llamada "píldora del día después" en hospitales católicos para mujeres víctimas de violación, tras el escándalo en torno a una joven que no fue atendida en dos clínicas de Colonia tras sufrir abusos sexuales.
No obstante, los obispos aclararon que la prescripción es legítima sólo en el caso de que el medicamento se tome para evitar la fecundación y no para eliminar un óvulo ya fecundado.
Con su decisión, los obispos siguen la iniciativa del cardenal de Colonia, Joachim Meissner, quien, tras el reciente escándalo, autorizó el uso de la píldora del día después, aunque con restricciones, a los hospitales católicos de sus diócesis.
Meissner, según unas declaraciones que hizo en días pasados a medios locales, tomó su decisión tras consultar con el Vaticano y con el secretario del papa Benedicto XVI, Georg Ganswein.
En Alemania se venden desde hace varios años dos preparados de "píldora del día después" -que no deben confundirse con las píldoras abortivas-, cuya función principal es reprimir la ovulación en la mujer y que deben administrarse en las primeras 72 horas después del acto sexual.
"El cambio de opinión en los hospitales católicos en lo referente a esa píldora ha sido posible gracias a los nuevos preparados médicos con otros efectos, que han aparecido recientemente en el mercado", argumentaron desde la Conferencia Episcopal Alemana, a través de un comunicado de prensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario