viernes, 22 de febrero de 2013

¿Tiene una cuenta de Bin Laden en el banco vaticano?

Los pecados de la carne, la fornicación, las relaciones homosexuales en la cúpula vaticana... En eso se centraba este jueves el diario ´La Repubblica´, en el primero de una serie de artículos en los que desmenuza los graves problemas que afectan a la curia y que asegura que ha desvelado al Papa la investigación interna realizada por los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi. El de hoy habla de dinero. Y tiene un claro protagonista: el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado Vaticano y el brazo derecho de Benedicto XVI.

El nombre de Bertone ya se deslizaba en el reportaje de este jueves a propósito de la existencia de un ´lobby gay´ en el Vaticano. Pero es en el de hoy donde irrumpe con fuerza. Bertone, siempre según ´La Repubblica´, habría boicoteado sistemáticamente los intentos de hacer limpieza en el IOR, el banco vaticano, para adecuarlo a la normativa internacional contra el lavado de dinero.

"La comisión puesta en marcha en 2011 para hacer limpieza en el IOR fue desmantelada a los seis meses de ser establecida. ¿Por quién? Por el secretario de Estado, Tarcisio Bertone", señala el artículo escrito por la respetada periodista Concita De Gregorio, en el que se subraya como todos los miembros que formaban parte de ese equipo han sido apartados de sus puestos.

Un ejemplo: el cardenal Attilio Nicora, presidente de la Autoridad de Información Financiera de la Santa Sede, acaba de ser apartado del cargo que tenía en la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del IOR, para hacer sitio a un hombre de Bertone.

"Las finanzas vaticanas están controladas por el secretario de Estado", asegura ´La Repubblica´, que denuncia que Bertone ha puesto a hombres de su confianza en todos los cargos importantes relacionados con las finanzas vaticanas.

El verdadero problema, siempre según el diario romano, es cómo funcionan las finanzas vaticanas. En el banco de la Santa Sedesólo pueden abrir una cuenta religiosos, institutos religiosos y ciudadanos vaticanos. Pero cualquier titular de una cuenta (y en el IOR hay 25.000) puede autorizar a otra persona para que opere en su cuenta.

Un párroco, por ejemplo, puede abrir una cuenta y autorizar pongamos por caso a un mafioso a que opere en la misma. Y no existe registro de esas autorizaciones. Bueno, existe pero nadie puede acceder a él. "Está claro que cualquiera puede lavar dinero en el IOR", sentencia La Repubblica. "Bin Laden podría tener dinero en el Ior. Y también las mafias, los políticos que cobran comisiones... Es una enorme lavadora, el vientre oscuro de los intereses personales".

Tan sólo el director general del IOR, Paolo Cipriani y hombre muy próximo a Bertone, conoce quienes son los titulares de las cuentas del banco vaticano. Ni siquiera Ettore Gotti Tedeschi, presidente del Banco vaticano hasta su destitución fulminante en mayo del año pasado (a causa precisamente de su defensa de la transparencia) conocía la lista de titulares de cuentas en el IOR. Y tan solo Ciprinai conoce la lista de personas que, sin ser titulares, están autorizadas a operar en las cuentas del IOR.

´La Repubblica´ denuncia que, para dar la imagen de que el IOR está colaborando en hacer transparentes sus operaciones, Bertone y sus hombres decidieron autorizar a la Justicia para que investigara sobre cuatro casos menores. Pero, siempre según el diario romano, se trataría de una mera estrategia para despistar. Y mientras tanto, el IOR seguiría a lo suyo... Funcionando como una gran lavadora de dinero.

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