El sacerdote del municipio de Icla, departamento de Chuquisaca, Eduardo Revich, se quitó la vida la mañana de ayer, tras sentirse acorralado por la Policía en un domicilio de Zudáñez, donde cumplía detención domiciliaria por el delito de abuso deshonesto.
Revich tenía una sentencia de 15 años de cárcel, condena que estaba en revisión en casación en el Tribunal Supremo de Justicia.
El fiscal asignado al caso, Fernando Pacheco, explicó que ante la ausencia del sacerdote en la audiencia judicial del lunes pasado, el Tribunal de Sentencia de Monteagudo declaró la rebeldía y emitió una orden de aprehensión que estaba siendo ejecutada en horas de la mañana.
Cuando evidenció que la Policía lo buscaba, Revich trató de huir saltando por la pared hacia otro domicilio contiguo al suyo, cuyo propietario estaba ausente. Hasta que la Policía vaya a buscar al dueño para abrir la puerta de esa casa, el expárroco decidió acabar con su vida ahorcándose.
"La fiscal Norma Olmos se constituyó en Zudáñez para dar cumplimiento a la orden de aprehensión y el sacerdote traspasó por la verja a otra casa. Una vez ubicado el propietario del inmueble, la Policía ingresó a la casa pero encontró sin vida al sacerdote que al parecer había decidido autoeliminarse", dijo Pacheco.
Revich estaba suspendido del ejercicio pastoral desde 2007, precisamente a raíz del proceso instaurado en su contra por abuso deshonesto, cometido entre 2002 y 2007, a niños y adolescentes en un internado parroquial de la población de Icla, distante a unas tres horas de viaje de la ciudad de Sucre.
Pacheco, informó que sobre el sacerdote pesaba una orden de aprehensión porque no se presentó el lunes 18 de febrero a una audiencia en un Tribunal de Sentencia en Monteagudo.
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