En las iglesias católicas ayer se celebraron eucaristías para conmemorar el Miércoles de Ceniza que da inicio a la Cuaresma.
El Miércoles de Ceniza es para los católicos un día de ayuno y abstinencia. En la eucaristía el sacerdote realiza la imposición de la ceniza a los fieles.
Este ritual litúrgico da inicio a la Cuaresma que quiere decir 40 días de preparación para la Pascua.
Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles, como signo de la caducidad de la condición humana.
El encargado de la liturgia de la Catedral Metropolitana, hermano Gabriel Fuentes, destacó la importancia del Miércoles de Ceniza e invitó a los católicos a ser parte de las actividades de la Cuaresma.
“Debemos recordar que somos polvo y al polvo volveremos. Recordar que no somos nada si no estamos junto a Dios. Es importante que como cristianos reconozcamos esa sencillez, esa humildad”, dijo.
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