viernes, 22 de febrero de 2013

¿EL FINAL DE UNA ETAPA? El adiós de Benedicto XVI

La vida de “Benedicto XVI”

Cronología



* Nació un 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn - Alemania y participó en la II Guerra Mundial en los servicios antiaéreos alemanes.

* Fue ordenado sacerdote un 29 de junio de 1951 y optó por la labor docente. Fue profesor de Teología y de Dogmática e Historia del Dogma en diversas universidades alemanas.

* Intervino como consultor del arzobispo de Colonia en el Concilio Vaticano II y en marzo de 1977, fue designado arzobispo de Munich y Freising.

* Fue nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981)

*Tras la muerte del Papa Juan Pablo II, Benedicto XVI se encargó de oficiar la misa de su funeral, además de la misa “pro eligendo pontífice” previa al cónclave para elegir al sucesor del Papa.

* El 19 de abril de 2005 fue elegido Papa en el segundo día de cónclave y al cuarto escrutinio. A partir de ese día, Joseph Ratzinger se convirtió en el Sumo Pontífice “Benedicto XVI”, siendo el Papa 265 de la historia de la Iglesia Católica y el sexto alemán desde Víctor II (1055-1057).

* El 12 de diciembre de 2012, lanzó su primer twit en la red “Twitter”, a través de su cuenta @pontifex_es.

* El 28 de febrero del 2013 presenta su renuncia a la edad de 85 años.

* El pontificado de Benedicto XVI duró siete años, diez meses y diez días.

¿Dimitir de un cargo tan importante como el de Papa de la Iglesia católica y justificarlo alegando razones de salud y porque ya no hay capacidad para atender a las necesidades de la Iglesia universal, es una decisión ejemplar.

Se pronuncia con una orientación diferente a la de la elección Papal a los setenta y ocho años, cuando se exigía a los obispos presentar la dimisión a los setenta y cinco. La Iglesia católica está regida por ancianos y hay que dejar paso para que sean las necesidades del cargo las que se impongan a las carreras personales. ¡Ojalá que esto también influya al elegirle sucesor!

¿Y qué ha ocurrido desde 2005 hasta ahora? Es difícil encontrar acontecimientos relevantes en un Pontificado que se puede denominar de transición, como se pretendía que fuera el de Juan XXIII, hasta que la convocatoria del Vaticano II lo hizo decisivo. Durante el de Benedicto XVI, se han mantenido las mismas líneas que marcaron el de su antecesor, con la diferencia de ocupar el cargo una persona con menos liderazgo personal y vitalidad que Wojtila, pero con mucho más bagaje intelectual y mayor conocimiento de la curia romana, además de asumir el Papado desde una experiencia muy diferente de la del Papa polaco.

Pero la Iglesia que deja es básicamente la que heredó, agudizada porque la crisis ha aumentado desde el 2005 y los grandes problemas que ya existían se han agravado: una curia romana dividida, pero con autonomía respecto del mismo papa; pederastía en el clero; escasez de vocaciones; estancamiento en lo referente al papel de la mujer en la Iglesia; frenos al ecumenismo y un creciente antimodernismo, basado en una reinterpretación reductiva del Vaticano II, que retrotrae a la Iglesia a la lucha contra la sociedad moderna, secularizada y democrática. Juan XXIII y el mismo Pablo VI quedan lejos y con ellos la primavera conciliar, a la que ha seguido la retirada a los cuarteles de invierno, como afirmaba Karl Rahner, durante los dos últimos pontificados.

Más que un balance lo que interesa es el futuro. Desde hace años se habla de enfrentamientos curiales que llevaron a L´observatore Romano, a hablar de “un pastor rodeado por lobos”. (18/2/2012), que ahora se preparan para el momento decisivo de la elección.

Los problemas se amontonan porque el problema mayor no es la persona del Papa, con todo lo que implica éste, sino la estructura monárquica que conserva el Papado desde Trento, refrendada por el Vaticano I, en contra de los intentos frustrados de sinodalidad y colegialidad, que dieran paso a otra manera de organizar la autoridad. Se necesita un Papa que reforme estructuras eclesiales que tienen raíces medievales, en contraposición al primer milenio, y que hacen del Papado uno de los mayores representantes en el mundo de una monarquía absoluta, sin contrapesos.

A esto se añade la nueva situación de un mundo globalizado, de una sociedad occidental postmoderna, laica y no sólo secularizada y democrática, que cuestiona las grandes instituciones, como la eclesiástica, y rechaza un modelo impositivo de autoridad.

En buena parte, el Concilio Vaticano II ha sido una oportunidad histórica fallida y resulta difícil la perspectiva de un Vaticano III, que piden algunos, dado que sus protagonistas serían obispos que, en su casi totalidad, han sido elegidos por los dos Papas últimos.

Por eso, la situación eclesial se ha agravado y dos Pontificados conservadores en lo doctrinal y en lo institucional no han podido resolver la crisis ya detectada en los años sesenta. Ahora viene una elección que puede marcar los próximos decenios y la esperanza no está en Roma, ni siquiera en Europa, sino en las iglesias americanas, africanas y asiáticas que son las que han mostrado una mayor vitalidad, creatividad y apertura en los últimos treinta años. Ellos son los que decidirán al nuevo Papa y con él, el futuro próximo del catolicismo.
* Juan Antonio Estrada es catedrático de Filosofía en la Universidad de Granada.

Cónclave en marzo ¿Cómo se eligirá al Papa?

DPA, EL MUNDO
El próximo Papa necesitará en todas las votaciones la mayoría de los dos tercios de los votos de los cardenales asistentes al Cónclave para ser elegido, que será convocado a partir del 28 de febrero.
¿Quién elige al nuevo Papa?

Los cardenales menores de 80 años, también conocidos como electores. En estos momentos son 118, procedentes de 48 países. Europa ostenta la mayoría entre los cardenales electores, con un total de 62, seguido de América Latina, con 19.
¿Cuándo se celebra la elección?

El Cónclave para la elección del sucesor debe celebrarse, como muy pronto 15 días después de la muerte o renuncia del papa y como muy tarde veinte. La elección se celebra en la Capilla Sixtina del Vaticano.
¿Cómo es la inauguración del Cónclave?

Los cardenales celebran por la mañana en la basílica de San Pedro una misa "Pro eligendo Papa". Por la tarde, se visten un roquete y cantan el "Veni Creator" en la Capilla Paolina para pedir la ayuda del Espíritu Santo. Más tarde entran en la Capilla Sixtina.
¿Cuánto tiempo dura la elección?

La elección puede durar horas, días o semanas. El primer día del cónclave sólo hay una ronda electoral. Después cuatro por día. Si la elección se prolonga varios días, se realizan pausas de reflexión.
¿Qué mayoría se precisa

para la elección de un Papa?

Primero es necesaria una mayoría de dos tercios y si la elección no se produce durante varios días, se puede elegir por mayoría absoluta. A esta segunda modalidad se puede recurrir a partir de la trigésima ronda electoral. A partir de entonces, se puede celebrar una elección en la que sólo salgan a votación los dos favoritos.

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