jueves, 11 de agosto de 2011

Reliquia del papa Juan Pablo II recorrerá México


Una reliquia del beato Juan Pablo II, que consiste en una ampolleta con su sangre, recorrerá por cuatro semanas México con el fin de promover la paz en ese país duramente afectado por la violencia, indicó este miércoles la emisora de la Santa Sede, Radio Vaticano.

La exposición de la reliquia, que estará acompañada por ornamentos y una estatua del Papa polaco, fue organizada a pedido de la Conferencia Episcopal Mexicana.

La ampolleta llegará a México el 17 de agosto y será trasladada para su veneración el 25 de agosto al santuario de Guadalupe, donde permanecerá hasta el 28 de agosto. Luego iniciará una peregrinación por varias diócesis del país.

La exposición de los objetos sagrados del pontífice que visitó en varias ocasiones a México, país por el que sentía un particular afecto, deberá servir para fomentar la reconciliación frente a la guerra entre los carteles de la droga.

"Nos encomendamos al Señor para que este acontecimiento renueve nuestros corazones, nos aliente al bien, al trabajo honesto y responsable, que su testimonio y ejemplo nos lleve a propiciar relaciones armónicas entre la familia, las instituciones y la sociedad", escribió la Conferencia Episcopal Mexicana en un comunicado.

Los choques entre los narcotraficantes por el control de las principales plazas para el trasiego de los estupefacientes han dejado un saldo de más de 41.000 muertos, según conteos de prensa y cifras oficiales.

Varios ampolletas con sangre del papa polaco, sacadas durante sus últimos días de vida en 2005, se convirtieron en reliquias venerables durante la ceremonia de beatificación del primer pontífice polaco de la historia.

Juan Pablo II, beatificado el primero de mayo pasado por su sucesor Benedicto XVI, visitó cinco veces México, país que tuvo un lugar privilegiado en los constantes viajes del llamado Papa viajero, quien inició sus recorridos por el mundo en enero de 1979 precisamente por ese país.

En el 2002, Juan Pablo II se despidió de los mexicanos con un adiós especial: "Me voy, pero no me voy, porque me quedo en sus corazones".


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