El presupuesto de la Jornada Mundial de la Juventud y de la visita del papa Benedicto a España asciende a 72 millones de dólares, un monto que no ha pasado desapercibido para una sociedad que sufre los rigores de la crisis financiera y que deberá ajustarse el cinturón para superarla sin caer en la debacle griega.
“Mientras tanto, en Somalia 400 mil niños podrían morir de hambre y cada día que pasa la situación de miles de jóvenes en el mundo se torna desesperada porque no hay opciones de trabajo y están cansados de sobrevivir de los subsidios del Estado”, opina el sociólogo Salvador Artús en un artículo publicado en el diario El Periódico de Barcelona. El analista político francés Jean Worth es de la misma idea y así lo plasma en L’Humanité, donde critica el gasto del evento católico.
“Es la más clara muestra de la asociación directa entre el capitalismo y el catolicismo; la Iglesia aliada del Estado y éste, el mejor garante de su continuidad en tiempos de crisis institucional”, sostiene Worth.
La difícil “austeridad”
Precisamente, el obispo auxiliar de Madrid y coordinador oficial de la Jornada Mundial de la Juventud, César Franco, dijo que la organización del evento “se programó considerando un presupuesto lo más austero posible” y que España se va a beneficiar “de la venida de tantos peregrinos”. También apuntó que los gastos de esta jornada son los propios de la organización de un suceso de estas características y que además están sufragados por los propios jóvenes y por anónimos que han aportado dinero para que “esto salga adelante con éxito”.
Ciertamente, la Jornada Mundial de la Juventud se ha convertido en una feria en el parque del Retiro de Madrid. Situada junto a 200 confesionarios instalados para las Jornadas de la Juventud, alberga todo tipo de stands de órdenes religiosas, ONG o movimientos de apoyo incuestionable a la religión católica.
“Sus diferencias con las ferias son mínimas. El atuendo religioso de algunos de los informadores y la cantidad de imágenes del Papa es quizá la nota distintiva. El resto, colores, música, gente bailando y una cantidad de merchandising para repartir, entre gorras, folletos, llaveros etc., es como cualquier feria de muestras del mundo”, describe el periodista Marcos Torres en el diario español El Mundo.
De acuerdo con la organización, se espera que las ventas de la feria y la visita de miles de pregrinos de todo el mundo amorticen el presupuesto millonario para la Jornada. Aunque para los críticos ésa no es la respuesta.
“Es tan condenable el marketing de la fe, cómo se maneja y manipula la imagen de Dios, como los 72 millones de dólares presupuestados. El Vaticano ha mostrado muy poco tino a la hora de apuntalar la Jornada con la visita del Papa y Zapatero directamente se equivocó”, concluye el sociólogo Salvador Artús.
Jornada cara
Presupuesto La Conferencia Episcopal Española confirmó un monto de 72 millones de dólares destinados a la Jornada Mundial de la Juventud.
Evento El presupuesto incluye el costo de un escenario gigante de 200 metros de largo, decorado con un árbol dorado para dar sombra, en el aeródromo de Cuatro Vientos, Madrid, donde el Papa oficiará la misa final de su visita, el 21 de agosto. Además, habrá cientos de fuentes de agua y 20 pantallas gigantes en el aeródromo, así como la instalación de duchas en colegios públicos que utilizarán peregrinos de todo el mundo.
Financiación El 80% del costo del evento será financiado por los peregrinos y el resto viene de donaciones de empresas y fieles, según los organizadores. Pero los críticos alegan que las empresas donantes se benefician de rebajas fiscales de hasta el 80% de lo aportado porque el Gobierno declaró la Jornada como acontecimiento “de interés público excepcional”.
Protesta Opositores a la visita del Papa abrieron una página en Facebook para pedir el boicot a unas cien empresas que patrocinan el evento.
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