El dalái lama inició hoy oficialmente una visita de tres días en Francia con el objetivo declarado de promover la compasión y la armonía entre religiones y que tendrá su plato fuerte el lunes con una conferencia sobre "El arte de la felicidad".
El monje budista, premio Nobel de la Paz de 1989, impartió hoy sus enseñanzas en dos actos multitudinarios en Toulouse, adonde ha acudido con la intención de "fomentar los valores humanos, la compasión y el altruismo, explicar cómo cultivarlos y mostrar que puede haber verdadera armonía entre las religiones".
Así lo afirmó a su llegada anoche a la ciudad, en la que se dijo "contento" de presentarse solo como líder espiritual budista, después de que el pasado lunes Lobsang Sangay, un jurista educado en Harvard, tomara las riendas del poder político en el Gobierno tibetano en el exilio.
"Creo que es la primera vez en la tradición tibetana que los dirigentes son elegidos de manera totalmente democrática", apuntó el dalái lama, según el cual si el Gobierno chino le da al Tíbet "una verdadera autonomía y así lo escribe en la Constitución será de nuestro interés (en referencia a los tibetanos) colaborar con China".
El líder espiritual, de 76 años de edad, ofrecerá este domingo por la mañana y por la tarde en esa misma ciudad nuevos cursos sobre "Las etapas de la meditación", un texto escrito en el siglo VIII por el maestro indio Kamalashila.
Y el lunes, último día de su estancia, impartirá esa conferencia sobre "El arte de la felicidad", cuya introducción está previsto que corra a cargo del filósofo y exdiplomático francés Stéphane Hessel, autor del libro "¡Indignáos!".
El dalái lama, que defiende la autonomía tibetana y está considerado en China como un líder separatista, prevé encontrarse también con parlamentarios y alcaldes favorables a la causa tibetana.
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