Según el diario italiano Il Messaggero, se encontraron 2.000 bombas y hay indicios de que podrían hallar más dispositivos como granadas, morteros y miles de municiones de guerra que todavía funcionan.
El arsenal fue encontrado en el lago Albano, que bordea al parque del palacio del Sumo Pontífice. Con el paso de los años, el nivel del agua disminuyó y sacó a la luz numerosos artefactos que, según historiadores, datan de 1944 cuando las tropas nazis se vieron obligadas a huir de la región por los bombardeos aliados.
La operación para recuperar las bombas está financiada por las autoridades de la región de Lazio y se estima en 170.000 euros. La residencia apostólica de Castel Gandolfo se ubica a una treintena de kilómetros al sur de Roma. En marzo pasado el palacio se convirtió en el único lugar en la historia donde se reunieron dos papas, Benedicto XVI y Francisco.
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