La máxima autoridad de la Iglesia católica en Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, en la misa celebrada ayer en la catedral, llamó a los feligreses a tomar conciencia de que la fe es un regalo de Dios y que el evangelio de Jesucristo es para todos sin distinción alguna.
Muchos cristianos, expresó, están anquilosados en la indiferencia y la rutina y no valoran el don del evangelio; mientras que otros se consideran los únicos privilegiados, merecedores de la buena noticia, excluyendo a todos los demás.
Nuestra actitud, señaló, tiene que ser de personas humildes que reconocemos que lo que somos, tenemos y creemos es un don de Dios y por tanto se lo tenemos que pedir constantemente: Creo señor, pero aumenta mi fe. Aseguró que todos debemos buscar la fe.
Reflexión
“Nos hace falta un baño de humildad, con la conciencia de que podemos muy fácilmente desperdiciar este don”, dijo el nuevo arzobispo. Asimismo, agregó que toda persona que está abierta a la verdad, puede descubrir a Jesucristo, hijo de Dios, que pasa también por su vida
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