El papa Benedicto XVI defendió personalmente ayer a sus colaboradores más cercanos y fustigó a los medios de comunicación por ofrecer una “imagen deformada” del Vaticano tras el escándalo por la filtración de documentos reservados y la detención del mayordomo de la “familia papal”.
En una inédita declaración, pronunciada al término de la audiencia general ante miles de peregrinos, el Papa habló del delicado caso, que ha generado interés mundial. “Se han multiplicado hipótesis totalmente gratuitas, amplificadas por algunos medios, más allá de los mismos hechos, dando una imagen de la Santa Sede que no se corresponde con la realidad”, manifestó el Papa.
“Quiero renovar mi aliento a mis más cercanos colaboradores, que diariamente me ayudan con silenciosa fidelidad a cumplir con mi ministerio”, añadió.
Se trata de la primera vez que Benedicto XVI se pronuncia sobre la conducta de su mayordomo, Paolo Gabriele, cuyo nombre y cargo no mencionó. Detenido una semana atrás en una celda del cuartel de la Gendarmería vaticana, el mayordomo del Papa, a su servicio desde hace seis años, fue acusado de robar documentos confidenciales publicados en un libro, en el que se denuncian presuntas conspiraciones cardenalicias.
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