Ricardo Udler, presidente de la Comunidad Judía de La Paz, conoció personalmente al papa Benedicto XVI el 10 de mayo en el Vaticano. El pontífice dijo que el boliviano venía de una “pequeña comunidad, pero de un gran país”.
Udler, quien se reunió junto a un medio centenar de personas con el Papa, resalta la amabilidad y la humildad de Benedicto XVI cuando se dirigió a sus visitantes. Destacó además la integridad intelectual del prelado y la manera de acercarse a quienes lo visitan.
¿Qué le motivó a viajar al Vaticano y visitar al Papa?
El 10 de mayo, el Congreso Judío Latinoamericano fue recibido en una audiencia por Su Santidad, el Papa Benedicto XVI. El motivo era un hecho histórico, ya que es la primera vez que un Papa recibe al Congreso Judío Latinoamericano, representado por los presidentes de todas las comunidades judías de Latinoamérica (...).
¿Cómo llega un boliviano a tener este privilegio?
Al ser parte de la Comunidad Judía de Bolivia, pertenecemos al Congreso Judío Latinoamericano y al Congreso Judío Mundial. Es a través de estas instituciones que los ejecutivos de este congreso se movieron para que nosotros tuviéramos la oportunidad de visitar a tan distinguidas personalidades, pero sobre todo dar el acercamiento de la judeidad ante otras religiones (...).
¿Cómo le indicaron que debía vestir y dirigirse al Papa?
Traje oscuro, corbata oscura y sobria. Seguirlo con la mirada a su ingreso. (...) Debemos saber reconocer que Su Santidad es una persona que transmite su fe a casi 2.000 millones de personas. Ésa es una situación que hay que transmitirla para rendirle el respeto que se merece.
¿Cuántas personas estuvieron en la delegación y cuánto tiempo se reunieron con él?
Aproximadamente entre 40 y 50 personas, y estuvimos unos 45 a 50 minutos, y cada uno tuvo la posibilidad de tener una charla con él unos cuantos minutos.
¿En su conversación con el Papa, qué concepto pudo percibir que tiene de Bolivia?
El Papa me dijo que yo venía de una pequeña comunidad, pero (de) un gran país. De un país que es fervientemente católico, que tiene la libertad de culto que nos da la opción para que todos podamos profesar distintos credos. Pero que todos tenemos que estar unidos, apoyar al Ejecutivo, al Gobierno, al país para sacarlo adelante; y que él espera en algún futuro poder visitarlo.
¿Aparte de la modestia y la amabilidad que describe del Papa, qué destacaría del carácter del pontífice que no haya visto en alguna persona?
Al ingresar Su Santidad en la sala donde lo esperábamos, siendo una persona sumamente pequeña y que tiene ya edad, ver la integridad intelectual y de pensamiento que tiene; el saber reconocer a cada miembro con el que él iba a charlar (...) El Papa está muy bien preparado, es un estudioso de la religión y, sobre todo, es una persona con la tendencia a acercarse a todos. Pero sabiendo su edad, su porte que es pequeño, ver la grandeza interior de este hombre.
¿En qué idioma les habló?
Yo le saludé en alemán, ya que hablo ese idioma. Lo interesante fue que mientras le hablaba en alemán, él me contestaba en español. Sabemos que habla una infinidad de idiomas. Pensé que le iba a ser más fácil, en nuestra pequeña charla, que yo dialogue con él en alemán sabiendo que nació en Alemania. Su discurso fue en español.
¿Qué elemento destacaría de sus palabras?
El comentó que tenemos un nexo común. No hay que olvidar que la Iglesia Católica tiene su principio en el Antiguo Testamento, y la religión judía empieza en el Antiguo Testamento. Entonces, tenemos un nexo común. Es más, él cuando va a terminar su discurso le pide al Tres Veces Santo nuestras bendiciones y se despide de nosotros con una palabra de que vayamos en paz y no las dice en hebreo. Entonces, es una experiencia y fecha inolvidable.
¿Diría que su visita al pontífice le marcó?
Sí, por la posibilidad de reunirme con el Papa un 10 de mayo. Además, al abandonar la audiencia, cada miembro recibió la medalla papal. Y debo decir, modestamente, que no todos tienen ese privilegio y yo tengo el privilegio de conservar una medalla que recibió mi finado suegro de Su Santidad Juan Pablo II. Y ahora tener en la misma vitrina la medalla de Su Santidad Benedicto XVI es motivo de mucha satisfacción.
¿De lo que aprendió en su visita al Papa, qué enseñanza le transmitiría a los bolivianos?
Unamos nuestras manos los judíos, los católicos, los islámicos y todos los credos que se encuentren en nuestro país. Todos tenemos el derecho a practicar una fe y nuestro Estado Plurinacional, (y) su nueva Constitución nos otorga la libertad de culto, la libertad de credo.
Sepamos utilizar esa Constitución para acercarnos, participar de una espiritualidad y tratemos de evitar, entre todos los credos, los fundamentalismos religiosos, que no le hacen bien a nadie. Debemos bregar por una religión llena de paz y de amor. No por una religión que incite a la violencia.
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