Ante la situación de hacinamiento, violación de derechos humanos, corrupción y extorsión a la que dicen verse sometidas las mujeres de los dos centros penitenciarios femeninos de La Paz, las representantes de los mismos redactaron cartas que harán llegar al papa Francisco en las que solicitan perdón judicial para algunos casos y reducción de penas y beneficios para otros.
Miraflores: medidas sustitutivas y reducción de condena.
En el caso del centro de Miraflores, las internas solicitan que se apliquen medidas sustitutivas a la prisión preventiva, como la detención domiciliaria con derecho a estudio o trabajo para las reclusas que no tengan antecedentes previos al delito del que se les acusa, las que sean extranjeras, las que deban mantener a un miembro de la familia, las que vivan con sus hijos dentro del penal, las que tengan más de 60 años, las que sufran algún tipo de enfermedad no tratable dentro del centro o que tengan discapacidad y para aquellas que tengan trabajo o estudio estable y comprobado.
En caso de que no haya alternativa a la detención preventiva, solicitan que la privada de libertad se encuentre en su lugar de origen o donde tenga familia directa que la pueda ayudar.
Otra opción que plantean para ese tipo de mujeres es una detención con salida diurna para estudiar o trabajar y con pernocte en el centro penitenciario.
En el caso de las mujeres que ya cuentan con sentencia, desde Miraflores solicitarán al Sumo Pontífice una rebaja del 30 por ciento de la pena para las condenadas a más de diez años de prisión que no hayan alcanzado el indulto, incluso para las que no pueden optar a él por haber cometido delitos de asesinato o contra el Estado, siempre que no sean reincidentes, y para aquellas que sean extranjeras, tengan familia establecida, trabajo o estudio previos al delito que se les imputa.
También para las mayores de 60 años, las que padezcan alguna discapacidad física o psicológica, que tengan hijos en edad escolar, sufran una enfermedad terminal o no tratable en el centro, o adicciones a sustancias controladas.
En el caso de las condenadas que sean menores de 18 años, solicitan el perdón judicial absoluto, especialmente para las drogodependientes y las que hubieran vivido en situación de calle. Asimismo piden que se incluya el arresto domiciliario como una opción para cumplir el resto de la condena de aquellas mujeres enfermas, ancianas, que se encuentren trabajando o estudiando o que tengan familiares a su cargo.
Igual que en el caso de las preventivas, proponen que se tenga como última opción el pernocte en el centro y la salida diurna para estudiar o trabajar. Obrajes: perdón judicial y rebaja de penas altas Las internas de Obrajes solicitan el perdón judicial y la aplicación de medidas sustitutivas para las mujeres que se encuentren en prisión preventiva acusadas de cometer delitos con penas de uno a cinco años (robo, peleas, violencia intrafamiliar, pensiones y otros de origen patrimonial).
Para las internas que hayan sido sentenciadas a penas de 30 años sin derecho a indulto como son las mujeres que han asesinado a sus parejas -en un porcentaje alto lo hicieron en legítima defensa pero no pudieron demostrarlo- solicitan el perdón judicial y al menos una rebaja de dos años de condena como un beneficio para las mujeres que estudian o trabajan dentro del penal y que tienen a su cuidado a sus hijos.
Juicios abreviados Un reclamo común de las privadas de ambos recintos es que se cumpla correctamente el procedimiento penal y que no sean víctimas de extorsión por parte de los operadores de justicia y de la parte querellante, que aseguran se aprovecha de su situación de desesperación para hacerles reconocer su culpabilidad con el fin de acceder a un juicio abreviado y solicitar así el indulto.
"Estamos cansadas de pelear contra una justicia que no existe […] pedimos que se nos dé una oportunidad para salir de este hueco oscuro en el que cual vivimos con culpa o sin culpa -reza la carta de las mujeres de Obrajes- […] Para Dios todas somos iguales y todas somos sus hijas con o sin culpa porque solo nuestro Dios divino será el que nos juzgue con la justicia divina porque la justicia del hombre no existe", concluye su pedido.
Situación de vulnerabilidad
Las mujeres de ambos centros denuncian en sus pedidos las condiciones de hacinamiento en las que viven.
En Obrajes por ejemplo hay actualmente 240 mujeres en un recinto que cuenta con una capacidad para 150. Asimismo denuncian que el sistema judicial es lento, ineficiente y corrupto y fruto de ello la mayoría se encuentran en situación de detención preventiva durante años hasta que se celebra su juicio.
También consideran los horarios de visita insuficientes para mantener la estabilidad emocional, así como precisan de mayor atención médica, ya que no hay personal sanitario en las noches y tampoco existe terapia para drogodependientes ni mujeres con problemas psicológicos. Denuncian que las instalaciones sanitarias son deficientes ya que comparten cuatro baños para 80 mujeres en el caso de Miraflores y ocho baños y cinco duchas para las 240 internas de Obrajes.
Otro de los reclamos es el pre-diario de 6,60 bolivianos para la alimentación de las reclusas, que no cubre sus necesidades alimenticias y tampoco las de sus hijos, que en muchos casos viven con ellas a pesar de ser mayores de seis años -prohibido por ley- ante la imposibilidad de que alguien los cuide fuera de la cárcel.
Anuncio de nuevo indulto El gobierno anunció que se encuentra preparando una segunda ampliación del decreto presidencial de indulto y amnistía para los internos en las cárceles del país por razones humanitarias, que además tendrá un enfoque predominantemente de género, según indicó el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz.
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